Newell's empezó ayer a transitar la última semana futbolística, que es casi lo mismo que la última de la vida institucional. Es que más allá de que el club recién vaya a renovar sus autoridades dentro de un mes, a partir de las elecciones del 19 de junio, la entidad del Parque vive y respira fútbol. Por lo tanto, cuando la pelota deje de rodar el domingo en el Coloso y la Lepra se despida del torneo de transición llegará el fin de una era. Se pondrá punto final al oficialismo que gobernó desde fines de 2008, con momentos cumbres como fue la época dorada de Gerardo Martino y la conquista de un título nacional, hasta el declive pronunciado que lo lleva a este presente plagado de sinsabores, con un equipo que expone una cruda realidad. Hoy los futbolistas referentes del plantel no se sabe si seguirán y hay otros que cumplieron un ciclo. A todo esto, el entrenador Diego Osella está mucho más cerca de irse de que una futura comisión directiva lo mantenga en el cargo.
Errores en la elección de entrenadores, futbolistas que perduraron en el club más allá de lo aconsejable, la llegada de jugadores que no rindieron y el semillero que aportó poco a la primera fueron una serie de cuestiones que le restaron el protagonismo que llegó a alcanzar bajo la conducción del Tata Martino.
Aparte, se perdió la humildad, a todo nivel. Y hubo un fundamentalismo peligroso afuera de la cancha que, obviamente, ante resultados adversos desató una serie de conductas agresivas y violentas que enturbiaron el panorama.
En la historia rojinegra hubo un antes y un después del 14 de diciembre de 2008. Guillermo Lorente le ganó las elecciones para presidente a Eduardo López. Se terminó de esa manera un régimen que se prolongó 14 años.
La movilización de los socios y la conformación del Movimiento Leproso (Mole) provocaron un cambio. En el fútbol, se repatrió a un hombre de la casa, Néstor Sensini, para conducir el equipo. Y regresó de Francia el volante Lucas Bernardi, que tanto protagonismo tendría en años posteriores. Y cerca estuvo la Lepra de coronarse en el Apertura 2009, con otro que retornó, el mediocampista Diego Mateo. Falló en la última fecha, al perder de local con San Lorenzo (0-2) y no aprovechar la caída de Banfield contra Boca (0-2). El rojinegro quedó a dos puntos del Taladro, fue subcampeón y clasificó a la Libertadores y Sudamericana de 2010.
El salvador Tata. Durante el Clausura 2011, Sensini se fue y lo sucedió Javier Torrente, con el antecedente de haber sido colaborador de Marcelo Bielsa. Por los malos resultados, Diego Cagna lo sucedió en el Apertura 2011 y le fue también muy mal. El promedio comenzaba a convertirse en una preocupación y la dirigencia concretó en 2012 la llegada de Gerardo Martino. Fue uno de los grandes logros, a partir de la predisposición del Tata. Pese a un buen torneo Clausura 2012, las campañas anteriores provocaron que empezara el Inicial 2012 con el peor promedio. Semejante preocupación quedó rápido en el olvido. Con Martino fue posible que se concretaran la vuelta de dos jugadores de enorme jerarquía y que hoy están en el actual plantel, Maximiliano Rodríguez e Ignacio Scocco, y otro que también está en la historia, Gabriel Heinze. El equipo fue subcampeón.
Como suele ocurrir, los resultados mandan y nadie se presentó a las elecciones de diciembre de 2012 en las que fue reelegido Lorente. En este 2016, con los rendimientos discretos del equipo en los últimos tiempos, son siete los posibles postulantes para la presidencia.
Lo realizado por el Newell's de Martino en el segundo semestre de 2012 tuvo su premio en el torneo Final 2013, Newell's dio la vuelta olímpica, con aquellos jugadores que volvieron en esos años a ponerse la rojinegra, aparte de Nahuel Guzmán y Santiago Vergini, del semillero.
Derramó la Copa. Todo lo bueno, con la llegada hasta las semifinales de la Libertadores de 2013, siendo eliminado por Atlético Mineiro, se fue derrumbando de a poco. Pasaron apenas tres años y cuesta compararlo con el momento actual. Martino se fue después de la Copa y la directiva, con la venia del Tata, quiso mantener una línea futbolística y que el sucesor fuese del riñón del club. Entonces Alfredo Berti, técnico de la reserva, ocupó su lugar.
Tuvo un arranque bárbaro, pero la derrota contra Central (1-2) influyó de manera tan negativa que el equipo no levantó más. Había sido tan bueno lo hecho hasta ahí que sin volver a ganar quedó en el 4º puesto, a dos puntos del campeón San Lorenzo. Para ese torneo se fueron Scocco y Vergini. Llegaron David Trezeguet y Víctor Aquino, entre otros. Ninguno hizo olvidar a los que se fueron.
En el Final 2014, los resultados fueron esquivos y Berti se alejó. Ricardo Lunari asumió en forma interina, para dirigir un plantel que tenía los refuerzos de Alexis Castro y Ever Banega, aparte de futbolistas de abajo que en ese torneo tuvieron más participación: Cristian Díaz, Eugenio Isnaldo, Guillermo Ortiz y Ezequiel Ponce. Salvo lo que insinuó este último, ni los juveniles ni los consagrados anduvieron bien. La Lepra terminó en mitad de tabla.
La demora del DT. Newell's perdió a una de sus figuras, Gabriel Heinze, que dejó el fútbol, y el torneo de transición 2014 tuvo en el banco a Gustavo Raggio después de que la dirigencia buscara durante casi dos meses un entrenador y terminar con uno del propio club. Nada cambió. El rojinegro culminó en el medio de la tabla de posiciones. Los jugadores de las inferiores no pudieron pisar fuerte en primera, Vieyra, Facundo Bustamante, Kichu Díaz, Lorenzo Faravelli, Federico Fydriszewsky, Isnaldo, Ortiz, Iván Silva y Fabián Muñoz.
Llegó Américo Gallego en 2015 para reacomodar un equipo que no se fortalecía con los de abajo. Pese a que llegó para depurar el plantel, continuó inclinándose por los mismos. El Tolo terminó el ciclo antes de lo previsto y arribó Lucas Bernardi, quien se había retirado poco antes, con la venia de algunos futbolistas.
No hubo señales de recuperación y nuevamente Newell's quedó en mitad de tabla. Muy poco para lo acostumbrado en tiempos de Martino. Los hinchas y simpatizantes no lo admitían. Y más cuando se prolongó la racha sin victorias en el clásico, que se extendió en este 2016 y que le puso punto final a Bernardi. Lo poco rescatable con el entrenador: la aparición del arquero Ezequiel Unsain.
Lo de Osella es más recordado, porque es reciente. No pudo levantar un equipo sin reacción, con jugadores a los que se les vence el contrato en junio y se sabe que no seguirán. Maxi Rodríguez y Nacho Scocco pusieron en duda que sigan. Y Héctor Fértoli y Jalil Elías, por nombrar los juveniles que están teniendo mayores chances, son por el momento promesas.
El futuro del equipo es incierto, lo mismo que la institución. Pronto otros estarán al frente del club. La despedida del actual oficialismo _que devolvió la vida institucional a Newell's, logró un equipo que practicó un fútbol brillante y luego entró en un cono de sombras_ será el fin de una era. w
Datos: Carlos Durhand