Entre el 10 y 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva tienen problemas para lograr el embarazo en forma natural. Y aunque no hay datos oficiales, los médicos que trabajan en el área de la fertilidad aseguran que cada vez hay más consultas. Distintos motivos influyen en este incremento siendo el más visible la edad en la que las mujeres comienzan a buscar su primer embarazo. "Hoy las primeras consultas se realizan tardíamente, entre los 33 y 35 años", asegura Alejandro Oliva, médico andrólogo, quien trabaja en Grupo Oroño. Pero no todo el acento está puesto en la parte femenina. Se sabe que los problemas que pueden influir en la esterilidad son compartidos en muchos casos y que los hombres también pueden tener dificultades. Por eso, Oliva y su equipo se dedicaron en los últimos años a recopilar información sobre las causas de infertilidad masculinas y descubrieron, luego de analizar más de 500 casos, que la mayoría son tratables y de manera bastante simple.
"Hay una idea errónea sobre la que me gustaría profundizar. Se ha instalado que para superar la infertilidad hay que hacer tratamientos de alta complejidad y la mayoría de las veces no es así. Incluso la Ley de Fertilidad Asistida, largamente esperada y necesaria, no debería llamarse de ese modo sino Ley de Salud Reproductiva, porque son dos cosas diferentes. Cuando hablamos de fertilidad asistida ya estamos diciendo que esa pareja necesita apelar a recursos técnicos sofisticados para tratar su problema, y desde mi experiencia puedo asegurar que con un correcto diagnóstico muchas causas se superan con terapias muy simples", reflexiona Oliva.
"Realizamos el único estudio que hay en nuestro país sobre la prevalencia de patologías que llevan a la esterilidad masculina. Los resultados expusieron información muy valiosa. Uno de los aspectos más trascendentes es que en nuestra población el tipo de problemas o enfermedades más frecuentes no son los mismos que los de otros países, y la buena noticia es que la mayoría son tratables con medicamentos, consiguiendo embarazos espontáneos sin ninguna necesidad de terapias complejas", agrega.
Según el trabajo que encabezó Oliva, la mitad de los pacientes presenta cuadros inflamatorios de larga data originados por infecciones o traumas que han pasado inadvertidos. "Los golpes en los testículos, por ejemplo, a los que los médicos generalistas o los pediatras no les dan tanta relevancia muchas veces dejan secuelas en el aspecto de la fertilidad", destacó el andrólogo.
En relación a las enfermedades infecciosas, según explica el médico, la blenorragia suele representar un problema más frecuente de lo que se cree. Si bien los agentes que los provocan se eliminan con la administración de antibióticos muchas veces la inflamación continúa sin que se manifiesten síntomas. "Por eso se aconseja que en pacientes con este diagnóstico los controles se continúen por más tiempo", señala Oliva.
También se refirió a la clamidia y al mycoplasma ureaplasma que pueden afectar a la población masculina, incluso a la adolescente. "Es una nueva generación de bacterias, mucho más resistentes y silenciosas que la gonorrea y la blenorragia, por eso resulta muy importante detectarlas a través de un estudio completo", detalló.
En cuanto al varicocele, que suele ser señalado como una causa muy frecuente de esterilidad, Oliva dijo que en el estudio que realizaron no lo encontraron entre los primeros motivos. "Hemos derribado otro dato que suele tomarse como verdad absoluta. En nuestra región, al menos, no es una de las primeras causas, como sí sucede en otros países". El trabajo reveló que uno de cada seis hombres tiene problemas para concebir a causa de varicocele.
"Lo importante es destacar que la alta complejidad no debe ser la primera opción de tratamiento para parejas con esterilidad. Se estima que sólo el 30 por ciento de las parejas con problemas deberían recurrir a este tipo de tratamientos para tener un hijo", remarca y agrega: "Y no sólo porque se gastan recursos en salud sin necesidad sino por todo lo que implica además para los pacientes. Además, en los últimos diez años en diferentes países se han publicado investigaciones que dan cuenta de que las madres sometidas a numerosos tratamientos de alta complejidad pueden tener problemas en su salud y que puede haber efectos no deseados incluso en los niños. Uno de los aspectos ya superados, afortunadamente, es el de los embarazos múltiples, que en otras épocas eran muy comunes y hoy se han logrado reducir notablemente".
Oliva menciona que con tratamientos farmacológicos de muy bajo costo pueden lograrse embarazos "hasta en un 40 por ciento de los casos" pero para ello —insistió— "hay que contar con un muy buen diagnóstico y una indicación terapéutica adecuada. El campo de la medicina dedicada a la esterilidad debe comportarse como toda la medicina. Si una persona tiene un dolor de tórax un cardiólogo no va a indicarle una operación a corazón abierto. La intervención será, en todo caso, la última de las opciones. En esto es igual".
Respecto de la ley de fertilidad que ha permitido que todas las personas que lo precisen accedan a un tratamiento complejo, incluso en los hospitales públicos, el andrólogo señala: "Considero que revertir la esterilidad tiene muchos caminos y hay que ir de lo más simple a lo más complejo. La resolución de la imposibilidad de concebir no pasa por introducir un espermatozoide en un óvulo. Me parece que muchos médicos, e incluso la ley, han fomentado esta idea mecanicista de la concepción, y estoy seguro de que no ha sido el objetivo, pero por eso es imprescindible revisar algunos conceptos y hablar claro sobre los verdaderos problemas que subyacen a la infertilidad".