La vicepresidenta Gabriela Michetti afirmó que los integrantes de Cambiemos esperaban "un mayor acompañamiento de los sectores de mayor poder económico" y consideró que esos sectores "deberían confiar plenamente en nosotros" ya que "queremos que la producción del país progrese".
"Podrían haber sido aún más fuertes en jugarse cien por ciento en que las cosas salgan como tienen que salir, me hubiera gustado que se jueguen con el tema precios, con la inversión" afirmó Michetti en relación al acompañamiento del sector empresario de los primeros meses de gobierno de Cambiemos.
"Todos nos hemos sentido con una expectativa no cumplida, creíamos que iba a haber mayor acompañamiento de los sectores de mayor poder económico", señaló en una entrevista con el diario Perfil y afirmó que esos sectores "deberían confiar plenamente en nosotros: queremos que la producción del país progrese".
Respecto del rumbo de la política económica implementada por el gobierno nacional, la vicepresidenta afirmó que las medidas respondieron a "una situación lamentable y crítica" heredada del gobierno anterior, que incluía "un déficit peor que en 2001, y el mismo índice de pobreza que a finales de la década del 90".
"Aunque parezca mentira, la realidad es que la tarifa eléctrica estábamos pagando el 8 por ciento del valor, y lo subimos al 30 por ciento" indicó, y afirmó que desde el ejecutivo "no creemos en ajustes brutales, buscamos un camino heterodoxo. Creemos en un Estado fuerte, no en el neoliberalismo".
Al ser consultada sobre si es conveniente para Cambiemos que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner sea detenida, Michetti afirmó que "la gente no nos va a evaluar por si Cristina termina presa. Pero nos va a evaluar si somos independientes y no nos metemos a trabar la Justicia ni a presionarla".
Michetti, además, se refirió a la polémica que generó en el oficialismo las declaraciones del asesor presidencial Jaime Durán Barba sobre las muertes por desnutrición en la Argentina. "En términos de desnutrición los propios gobernadores han dicho que tienen problemas, y hace poco tuvimos un chiquito en Chaco que falleció. O sea, existe. Es cierto también que en Argentina no es lo que era en la crisis de los 90 o hace cien años. Se ha avanzado", afirmó.
La vicepresidenta intentó quitarle relevancia al rol del asesor ecuatoriano dentro del gobierno. "Se le da demasiada trascendencia a la palabra de Jaime en relación con el gobierno. A los intelectuales les gusta generar ruido, controversia, polémica, y él es un intelectual. Incluso el presidente tiene sus discusiones con Jaime, lo que dice no es palabra santa", apuntó.