Mery Granados llega por primera vez a Rosario para adelantar los temas de su primer CD que lleva su nombre. Allí -la placa se editará en marzo próximo- la menor de los hijos de Pablo Granados muestra un repertorio pop con toques rockeros y letras "para escuchar". La cita será hoy, a las 22, en Mindo (Tomás de la Torre 1649), Funes, y mañana, a las 23, en Downtown (Urquiza 1285).
Con 24 años, el lanzamiento del disco llegará poco más de un año después de haber formalizado su proyecto solista. La acompaña una banda integrada por Franco Scarlassa (guitarra y coros), Teo Santa María (bajo y coros), Juani Bernal (guitarra y teclados), Lucas Irigoyen (teclados, guitarra y coros) y Javier Travaglini (batería), y en la que "a veces" toca su padre, también productor y director, además de responsable de la música y las letras.
"Canto desde que nací, porque todos en mi familia son músicos", contó Mery, y explicó las singularidades de su estilo. "Es pop, pero más llevado a la canción, más para escuchar las letras, hay cosas melódicas, un poco más rockeras, pero todo está muy concentrado en las letras y las melodías de las canciones", explicó.
Mery asegura que sus referentes a la hora de cantar incluyen a Adele, Ariana Grande y Amy Winehouse, y musicalmente, Gustavo Cerati, Charly García y Fito Páez. También señaló que algunas de las canciones del álbum fueron surgiendo especialmente y otras fueron adaptadas por su padre para el disco. Sobre ese trabajo conjunto aseguró que no existen conflictos artísticos. "Nos llevamos muy bien con esa parte porque a mí siempre me gustó cómo compone, así que casi siempre todo me encanta y lo siento mío también, por más que él haya escrito la canción".
Sin embargo, al definir sus preferencias, señaló a "los temas más lentos, de amor, son los que más me gusta interpretar, como «El último capítulo», «Para que pase lo que sea», y «Mariposa», que es muy rosarina, la letra es divina, es como una poesía, la música es muy simple, pero con una letra profunda".
—Empezaste con el proyecto en marzo, pero ¿cuándo decidiste a dedicarte exclusivamente a la música?
—Formalmente hace tres años. Siempre quise ser cantante, pero no había estudiado canto como para dedicarme a hacer una carrera. Cuando terminé el colegio estudié fotografía y si bien amo trabajar de eso, me di cuenta que también me parece muy importante la música y quería vivir de eso. Entonces ahí empecé a estudiar una carrera de canto. Aunque siempre estudié, ahora estoy terminando una carrera.
—¿Cuánto tuvo que ver tu familia en tu decisión?
—Un montón. Desde que nací estoy rodeada de música, mi hermano Miguel también influyó. Siempre cantamos juntos, nos une mucho la música desde siempre. Desde que lo recuerdo siempre en el auto hay música, en la casa está el piano y la guitarra, siempre está la música.
—¿Cómo se hace para sobresalir en un panorama tan competitivo como el de la música?
—Es un desafío, porque mi música no es como lo que se escucha ahora, que es cumbia, reggaeton y lo nuestro nada que ver, pero tenemos confianza. Hay que sobresalir de alguna forma. Lo que nosotros tenemos son las melodías y las letras para sentarse a escuchar y a disfrutar de una señora canción (ríe), algo diferente a una canción que quizás la escuchás en la radio y no te dice nada o es para bailar. Las letras llegan profundo. Siempre te podés relacionar de alguna forma con las letras, tienen mucho amor, mucho desamor, mucho salir adelante, crecer, soltar y creo que la gente se siente identificada con eso.
—En "Cara o cruz" decís "este es mi lugar" y "aquí estoy subiendo a este tren de locos". ¿Eso refleja la carrera musical que estás empezando?
—La canción habla de eso, de animarse, salir adelante y jugársela por lo que uno quiere realmente.