Joaquín Ferreyra tiene 17 años, cursa por esos días los cursillos para ingresar a la licenciatura en biotecnología, que dicta la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Joaquín Ferreyra tiene 17 años, cursa por esos días los cursillos para ingresar a la licenciatura en biotecnología, que dicta la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Se define como “un apasionado de la química y de la biología”, algo que el estudio que eligió le permite ver —como dice— juntas estas disciplinas y en profundidad. Además de esa razón, confiesa que adhiere a esta profesión ya que “es una de las llamadas carreras del futuro”. “No obstante eso, me gusta mucho lo que me permitirá hacer el día de mañana”, advierte.
“Cuando elegí la carrera lo primero que tuve en cuenta fue el trabajo que desarrollaría después de recibido. Por lo tanto puedo decir que me imagino biotecnólogo y que me veo feliz trabajando en lo que realmente pude descubrir que me gustaba”, responde sobre sus proyectos.
Y para que no queden dudas de que la profesión a la que aspira ejercer es tan noble como imagina, suma una larga lista de alcances de la biotecnología actual. “Mi sueño sería dedicarme a la salud, a la investigación o a la preservación del medio ambiente, y espero que estos años que tengo por delante me ayuden a discernir cuál será mi lugar”, concluye el joven ya universitario.