Mateo Moreno está considerado uno de los músicos jóvenes más importantes de la escena uruguaya actual. Desde sus múltiples facetas como bajista, arreglador, compositor, cantante y productor trabajó con figuras como Martín Buscaglia, Jaime Roos, Tabaré Cardozo y Nicolás Ibarburu, entre muchos otros. Su carrera empezó a los 16 años, cuando fundó la banda No Te Va Gustar. Con ellos grabó cuatro discos, pero después decidió seguir su propio camino. Como solista editó los álbumes "Auto" (2008), "Calma" (2010) y "Meridiano" (2015), que es el CD que esta noche, a las 21, estará mostrando en vivo en el Gran Salón de la Plataforma Lavardén (Mendoza y Sarmiento). El cantante se presenta en el marco de los festejos por los 10 años de "Más tarde que nunca", el programa de Radio Universidad de Rosario.
Los discos de Mateo Moreno reflejan una intensa búsqueda: exploran texturas, estilos, armonías, ritmos y diferentes formas de interpretar y expresarse. En ese sentido, "Meridiano" es su trabajo más maduro. Está grabado en vivo en el estudio con invitados de la talla de Rubén Rada, Emiliano Brancciari y Pitufo Lombardo, entre otros. Además el disco está nominado a siete premios Graffiti, que son los Gardel de la música uruguaya. "«Meridiano» es un disco muy parecido a «Auto», mi primer disco solista, con la diferencia de que es más maduro, en composición y en letras", contó el músico. "Eso es natural, ya que ha pasado mucho tiempo, muchos proyectos, mucha agua debajo del puente. En este disco encontré el método a seguir. Yo considero que cada disco es un medio, no un fin en sí mismo. Viendo los discos como pasos de un artista caminando, creo que éste es un gran salto", afirmó.
El cantante y bajista también definió a "Meridiano" como su álbum más "emotivo y doloroso". "A medida que uno madura puede llegar a zonas de exposición mucho más pesadas", confesó. "También he recorrido un camino de compositor que arrancó a los 18 años con No Te Va Gustar, y pasados unos años uno llega a otras profundidades. Este disco en especial es superemotivo y «decidor». Tiene mucha transparencia y sentimientos. Cuando uno muestra eso y lo recuerda, cada vez que uno lo escucha o interpreta en vivo, eso duele", admitió.
Las influencias de Moreno son muy ricas y variadas. Y él es generoso al expresarlas. Habla de Eduardo Mateo, Jaime Roos, Rubén Rada, James Jamerson, Miles Davis, Rubén Blades, Bill Evans, Los Beatles y Aston Barrett. Y también nombra a toda la música negra del mundo y Uruguay, el jazz, la música cubana y brasilera y el folclore americano.
Esa mezcla tan ecléctica se une a la excelencia técnica que caracteriza a los instrumentistas uruguayos, que según el bajista viene "desde la cuna". "Creo que el contacto con el candombe y la murga desde la calle, popular y plural, genera un contacto con la música y sus misterios desde tempranas edades. En un músico, la relación con el baile y la percusión, son de alguna manera la base del tronco de su posible desarrollo. Yo me crié en unas viviendas, en un complejo habitacional, en la cual bajabas al patio central y siempre estaban sonando los tambores y la batería de murga al mismo tiempo, con guitarras acústicas, españolas y voces de murga diversas. Nosotros somos muy musicales desde la cuna", se explayó.
Según Mateo Moreno, la escena uruguaya actual brilla con muchos y muy buenos artistas. "El PBI uruguayo es el arte, sin duda", aseguró. "Por otro lado hay que entender que las ganas de arte son intrínsecas al resultado. Uruguay es un país muy introspectivo, de gente con vidas interiores ricas, y ese rumiar permanente genera arte en muchas disciplinas", señaló.
El músico está muy entusiasmado con su presente y se encuentra trabajando a pleno. Instalado ahora en Buenos Aires, Moreno está girando por todo el país mostrando "Meridiano". También está armando un equipo para empezar a producir bandas en Argentina y está componiendo las canciones de su cuarto disco, que se editará en marzo del año que viene.
C.T.