Como hace cinco meses, cuando mataron desde una moto a un chico de 18 años que estaba sentado en la puerta de su casa de Lavalle y Centeno (ver aparte), a metros de allí ayer la madrugada se marcó otro punto en el mapa de homicidios en Rosario. Esta vez fue un joven de 21 años que visitaba a su novia a quien al parecer quiso defender del robo de su moto y terminó asesinado de un balazo.
Desde que arrancó ya son ocho los homicidios dolosos en 15 días, una tendencia que revierte el cierre tranquilo que tuvo el último tramo de 2016, con la misma cantidad de asesinatos en todo el mes de diciembre.
Pero en las calles de barrio Alvear, una zona de gente trabajadora pero con focos de delincuencia que se concentran hacia el sur de Lavalle, emergió la violencia y su consecuencia más grave.
Según los primeros datos de la investigación y los recogidos por este diario en la zona, todo comenzó mientras Gonzalo Emanuel Pascua estaba de visita el domingo a la madrugada en la casa de su novia Romina ubicada en la esquina de Lavalle y Cisnero.
El inmueble es a la vez un quiosco y sobresale del resto de las casas por su fachada prolijamente pintada de celeste y con letras negras que detallan los productos que ofrece: cigarrillos, golosinas, cerveza y gaseosas.
Aunque la mecánica del hecho no estaba ayer del todo clara, la hipótesis más firme brindada al cierre de esta edición desde la Fiscalía Regional reflejaba que todo se desencadenó aproximadamente a las 3.30 de la mañana cuando el joven de 21 años estaba acompañado por amigos en la esquina de Lavalle y Centeno.
En ese momento ve llegar a su novia a bordo de una moto tipo Guerrero 110 centímetros cúbicos cuando sorpresivamente dos hombres que también se desplazaban en una moto se le acercaron con intenciones de robo.
La secuencia posterior muestra a Gonzalo corriendo detrás de los asaltantes, a quienes logra detener sobre la calle y cuando ya habían doblado por Centeno a la altura del 4000 con la aparente intención de escapar en dirección al oeste, donde la calle desemboca en Avellaneda.
Según esa teoría, en medio de la pelea, uno de los ladrones desenfundó un arma de fuego y efectuó un disparo que le ingresó por el hombro izquierdo a Gonzalo. El joven se desplomó en un sector de la calle donde el pavimento se une a la vereda por la ausencia de cordones, frente al 4030 de un casa.
Un llamado al 911 alertó de la situación y la víctima del ataque fue trasladada de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde fue intervenido quirúrgicamente. Pero sobre las 6 de la mañana murió como consecuencia de la herida de arma de fuego descendente en el hombro izquierdo.
Silencios
Ayer a la mañana los vecinos de la zona de Lavalle y Centeno parecían asustados y encerrados en la frecuente postura que se adopta en las zonas conflictivas de Rosario: miedo y terror a represalias, sumados a la lógica cultural del no "batir la cana" (como en la jerga se llama a la denuncia), lo que equivale a silencio.
Ni siquiera en la casa de la novia de la víctima se pudo recoger la declaración de alguna persona que pudiera contar lo sucedido, ya que cuando este diario se acercó al lugar un hombre salió y al notar que se trataba de un periodista, sin decir palabra cerró puertas y ventanas.
Por eso quedó sin determinar si Gonzalo era del barrio, si iba junto a Romina en la moto cuando fue asaltada o, como dice la Fiscalía, si estaba parado en una esquina a unos 50 metros cuando vio que ella era abordada por los delincuentes. Dudas que surcan el caso e impiden determinar la mecánica del hecho. En ese contexto, ayer tampoco se pudo aclarar si el robo de la moto fue finalmente consumado.
La primera intervención en el hecho estuvo a cargo del personal de la comisaría 18ª, que derivó las actuaciones a la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro. La funcionaria ordenó medidas de rigor a al gabinete criminalístico de Policía de Investigaciones (PDI), pericias y testimoniales de posibles testigos.
Meses atrás
El pasado 4 de agosto, en la misma cuadra de Lavalle entre Centeno y M. Cisnero, fue asesinado Brian Eduardo Martínez. El chico de 18 años estaba sentado en un tronco con amigos cuando dos hombres en moto lo mataron de un balazo en la cabeza. Por la mecánica del hecho en ese momento se habló de una posible venganza.