Ramas como ennegrecidas que buscan un escape, sutiles formas que juegan a ser espejos, semillas, esculturas, instalaciones, dibujos componen el propio paisaje que Fabiana Imola ha creado a lo largo de más de veinte años de trayectoria en el arte contemporáneo. Ahora, una exposición antológica, Enramada, acerca ese mundo personal a las galerías del Museo Castagnino.
Dice Guillermo Fantoni, el curador: "Conjuntos de dibujos y piezas escultóricas, troncos y ramas naturales, láminas de acero y paneles de vidrio, exaltados en su individualidad o componiendo diversas instalaciones, conformarán esta antología que permitirá poner el foco sobre una de las obras más personales y significativas surgidas en las últimas décadas".
Imola "ha enfatizado una propuesta estética que tiene como objeto la naturaleza, muy particularmente las formas sugerentes del reino vegetal", señala Fantoni sobre la obra de esta artista rosarina que se graduó en la Escuela de Bellas Artes de la UNR con una licenciatura, especialidad en escultura.
La opción estética definida por Imola se desarrolló "de múltiples maneras y con diferentes estrategias, apelando a un amplísimo registro de materiales: desde apropiaciones de los elementos del ámbito natural para construir objetos e instalaciones hasta intervenciones en la arquitectura y el entorno urbano; desde dibujos realizados con diferentes técnicas y formatos hasta impresiones de vinilo y recortes de metal que se despliegan sobre las paredes o que le permiten realizar complejas estructuras tridimensionales", detalla Fantoni.
Ingresar en el ecosistema Imola es ser parte de realizaciones espaciales y ambientales "complementadas con finísimas siluetas, planos y volúmenes que se presentan, en buena medida, como una envolvente naturaleza artificial". Lo natural como artificio.
En la mirada del curador, Imola "ha transitado un larguísimo camino dentro del arte argentino contemporáneo, a partir de sus primeras estructuras con flores y follajes hasta sus ambientes con grandes ramas y dibujos de pared; desde los extraños objetos realizados con bayas y semillas hasta las pulcrísimas piezas planas que espejan ramas y volutas creando formas alucinantes".
Advierte, sin embargo, que no se trata de una típica muestra retrospectiva en que cada capítulo opera como una instantánea congelada del pasado. "Sin perder profundidad histórica y un orden cronológico orientador —explica Fantoni—, se ha tratado de revisitar el camino recorrido por la artista para extraer de él las imágenes y los objetos que constituyen los hitos más visibles y, en consecuencia, exponerlos en su literalidad".
Pero la propuesta de la muestra también señala y pone en escena "un procedimiento característico y constante" en el trabajo de Imola: "Conformar montajes con piezas diversas que suelen tener distintos orígenes y filiaciones". Es decir, el guión expositivo y el trabajo puesto en sala buscan "armar con fragmentos de obras, las inéditas obras del presente".
Museo Castagnino, Pellegrini
y Oroño. Lunes, miércoles, jueves, viernes y sábados, de 14 a 20. Los domingos de 10 a 13 y de 14 a 20. Los martes, cerrado. Hasta el 5 de septiembre. Para más información y visitas guiadas: castagninomacro.org.