A los 69 años, Marcos Garcetti dedica sus días a la escritura de un libro sobre las luchas que permitieron en 1971 la unificación del gremialismo docente en Mendoza. Maestro de primaria, comenzó su militancia sindical a fines de la década del 60.
A los 69 años, Marcos Garcetti dedica sus días a la escritura de un libro sobre las luchas que permitieron en 1971 la unificación del gremialismo docente en Mendoza. Maestro de primaria, comenzó su militancia sindical a fines de la década del 60.
"La unidad gremial fue siempre mi bandera", sostiene. Bajo esta convicción condujo desde mediados de los 80 la Ctera para hacer confluir en un espacio común el reclamo docente de las provincias. "Frente a la postura profesionalista que sostenían algunos, prevaleció la que nos identificaba como trabajadores de la educación", recuerda.
Protagonista central de la Marcha Blanca contra Alfonsín en 1988, estuvo al frente del gremio nacional hasta 1989. Luego volvió al Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de Mendoza. A partir de allí comenzó su incursión en la política partidaria como senador del Frente de Integración Social para un Cambio en Libertad (Fiscal). A fines de 2007, y en los últimos meses de Cobos como gobernador, ocupó un cargo en el Ministerio de Gobierno cuyano.
Del gremialismo actual se muestra distante de "las metodologías que utilizan muchos, porque no coinciden con mis concepciones", dice. "En algunas acciones hay un espíritu más político que gremial", apunta sobre la atomización gremial y la proliferación de paros. Medidas que considera justas pero que "no resuelven ni permiten discutir el problema de fondo, que es el sentido y el rol actual de la escuela". "Antes el objetivo era la alfabetización y la transmisión de conocimientos, pero hoy tal vez deba recuperar el rol de conducción moral y afectiva en una sociedad que ha perdió su rumbo", señala. Un debate que considera central para la docencia, porque "las consecuencias de los déficits en educación los pagamos también los maestros, muchas veces agraviados por los padres e imposibilitados de contener a los chicos".