Después de destacarse en una larga carrera en roles secundarios Bryan Cranston dio un paso al frente cuando interpretó a Walter White en "Breaking Bad". Ahora vuelve a internarse en el mundo de las drogas en "El infiltrado", que se estrena mañana en Rosario. Allí lo hace bajo la identidad de Robert Musella, el apodo de un agente real de la DEA que en los 80 se gana la confianza del entorno de uno de los mayores traficantes del mundo y genera el colapso de toda la estructura así como la caída de uno de los bancos dedicado al lavado de dinero.
En medio de los lujos y excesos de la década del 80, Musella se convirtió en un jugador fundamental para el lavado de activos de los capos de la droga. Sin embargo, Musella era de hecho el personaje encubierto del agente especial Robert Mazur: un funcionario de Estados Unidos que fue más allá de cualquier límite en su trabajo.
Poniendo su vida en peligro y alejándose cada vez más de su familia, se infiltró en los negocios de uno de los más reconocidos criminales y descubrió cuán profundamente estaban involucrados otros sectores de la sociedad. Recibido como un miembro más en el centro de la espiral de la violencia y la corrupción, Mazur se encontró en un estrecho abrazo con los que él había prometido hundir. Moverse en esa línea tan fina podía ser su éxito o su muerte segura.
Basado en la historia real de ese agente encubierto, "El Infiltrado" es la película que cuenta la operación que tambaleó una cadena de delitos con Pablo Escobar de protagonista, al colapso al Banco de Crédito y Comercio Internacional, y a agitar el núcleo de la economía por completo.
Con "El infiltrado" Cranston vuelve a interpretar a un personaje de la vida real. Así lo hizo en "Trumbo, con la que aspiró al Oscar a mejor actor. Allí interpretó a Dalton Trumbo el guionista que en los años 50 desafió y de alguna manera burló al macartismo y encabezó una cruzada a favor de sus colegas de la industria.
Ahora le toca un nuevo y complejo personaje real cuyo trabajo terminó con la apertura de más de 85 procesos judiciales contra narcotraficantes y blanqueadores de dinero y la condena de Manuel Noriega, ex presidente de Panamá. Una entrevista al verdadero Mazur se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=5bk1WKVrKO4.
Según contó Cranston en una entrevista con Vanidades, lo fundamental a la hora de encarar este tipo de personajes es resultar fidedigno, además de verosímil. "Siempre que interpretás a un personaje que tiene una historia real y está basado en alguien que existe, viene con una responsabilidad extra. Lo que querés es honrar su trabajo, su importancia, y también querés mostrar lo difícil que fue lograr lo que hizo. Robert Mazur estaba infiltrado en la mafia tratando de fingir ser alguien que no era, que es lo que hacemos los actores", bromeó.
Esta singularidad se acentúa cuando el intérprete conoce a la persona en la cual se inspira su trabajo. "Conocí a Robert. Es un tipo muy decente y muy ambicioso en el sentido de que quería que se hiciera lo correcto; es lo que diríamos un hombre honorable", afirmó sobre el autor del libro del mismo nombre que la película y en el que se basa el filme.
Cranston dijo que para elaborar este trabajo además realizó una investigación sobre el funcionamiento de los carteles de la droga y sobre todo lo que ocurrió en los cinco años en los que Mazur estuvo involucrado en la operación, pero sobre todo las charlas con el verdadero protagonista lo ayudaron a "captar su esencia como persona".
El actor dijo que uno de los elementos más notables de todo el proceso real fue la forma en que se organizó y llevó adelante la operación y el arresto. "La forma como se dio y cómo se llevó a cabo me impresionó, porque se necesitaba de mucha inteligencia y coordinación para hacer un arresto masivo. Tenía que ser simultáneo y pudieron hacerlo al final; eso fue impresionante", reveló.