“El reclamo por Malvinas tiene que estar unido al del bienestar nacional y popular, por fuera de ese reclamo esta causa se convierte en algo insulso y hasta falso”. La opinión pertenece al historiador Javier Trímboli, quien invita a reflexionar cómo pensar el 2 de abril —Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas— en la actual coyuntura, en particular en las aulas. También expresa que palabras como colonialismo, imperio e imperialismo tienen plena vigencia.
¿Cómo hablar en las escuelas de esta fecha histórica tan vinculada a la soberanía? “En la vida social, en la vida pública, hay una pregunta mayor que es la pregunta por lo que nos constituye como un nosotros: quiénes somos, cuál es el nosotros, la patria a la que nos referimos; quién es el sujeto social, nacional. Es una pregunta mayor porque si uno no puede responderla es muy difícil vivir juntos, que se constituya un cuerpo político, una vida en sociedad”, dice Trímboli, quien coordina el Archivo Histórico de RTA y dicta clases en el profesorado del Normal 7 de la Ciudad de Buenos Aires y en la Universidad de General Sarmiento (Buenos Aires).
En su mirada, esta pregunta inquieta tanto en 1976, en 1982, como en la actualidad. Repasa que en 1982 lo que produjo la dictadura fue intentar “reinventar un nosotros” en un momento desesperado, luego de lo que había producido ella misma a través de la política del terrorismo de Estado y la desaparición forzada de personas. Para eso recurre a un sentimiento y causa justa como es la de Malvinas. “Pero lo hace de una manera tan desventurada, desatinada y tan trágica que no hace más que reproducir y volver nuevamente a un grado tremendo de la tragedia argentina”, explica.
Causa justa. El educador define a la causa de Malvinas como enteramente justa porque, más allá del derecho internacional que sostiene y alienta la postura nacional, hay un conflicto que ha existido siempre entre el país y las potencias de primer orden, dada la ubicación estratégica no sólo de las islas sino de la Argentina, que muchas veces ha caído en el dominio colonial: “No es una idea mía ni del revisionismo, el propio Halperín Donghi en su Historia Contemporánea de América Latina habla de nuevos pactos coloniales después de 1810, que sujetan a América latina, y en particular a la Argentina, a estas potencias centrales del mundo. Inglaterra es una de ellas”.
Trímboli propone aquí rescatar aquellas palabras que para ciertas miradas han pasado de moda, pero que están bien vigentes. “Aunque para algunos las palabras imperio, colonialismo, imperialismo suenen feas no quiere decir que tengan que ser abandonadas, son palabras que siguen siendo ciertas. Y se tienen que seguir nombrando así”.
Enseguida alude a la reciente visita del presidente de EEUU, Barack Obama, a la Argentina y al descanso del presidente de la Nación, Mauricio Macri, en la estancia que tiene en el sur el magnate inglés Joe Lewis, como ejemplos claros de por qué debe seguir inquietando la pregunta por el nosotros. “Que Obama sea simpático y que al mismo tiempo el color de su piel hable de aquellos que habían sido sometidos en otras épocas no quiere decir que no sea el representante, la cabeza, el mascarón de proa de un imperio”.
Y recuerda que el encuentro de Macri con el multimillonario Lewis muestra la inclinación de un gobierno a entenderse mucho más con un “nosotros” que está por fuera de lo que es la Argentina. “La solidaridad que busca es la del gran capital, de los grandes intereses que están por fuera de los intereses de la patria, y en todo caso los contradice, porque nada tienen que ver con el bien público ni con el del pueblo”.
Producir patria. Considera que así como Malvinas fue usada por una dictadura hoy nos encontramos con un gobierno que también parece defender ciertos intereses cuando le da la espalda a cualquier idea de nosotros vinculada con lo nacional y popular. También refuerza que justamente esta perspectiva que parte de la idea de nosotros es una punta para pensar Malvinas.
Trímboli adhiere plenamente a la causa justa de Malvinas, que “tiene que seguir por los medios diplomáticos, políticos, de las negociaciones, nunca por la guerra”. Una causa que tiene que continuar viva, ofreciendo a los estudiantes más jóvenes, a los chicos, esa sensación permanente de que alguna vez debe ser revertida y que si la historia fuera enteramente justa devolvería Malvinas a la Argentina.
En esta misma línea de análisis festeja y define como una muy buena noticia la reciente resolución de la ONU —resultado de un trabajo del anterior gobierno— que reconoce la extensión de la plataforma marítima de la Argentina en el Atlántico sur. “Es el camino por donde hay que seguir”, subraya, y considera que se inscribe en la idea de producir patria.
Para el historiador esta tarea de producir patria representa la decisión de seguir trabajando, de llevar adelante las negociaciones necesarias para recuperar Malvinas, pero también preocuparse por el bienestar general, habla así de todas las formas posibles de construcción. “Producir patria quiere decir también preocuparse por el bienestar público de los argentinos, evitar que queden familias abandonadas, sin trabajo, sin resolver el día a día bien; quiere decir evitar a toda costa las posibles situaciones de represión en la Argentina”.
En su análisis advierte que la dictadura colocó la palabra patria tan solo en ese reclamo por Malvinas y que lo llevó a una guerra, mientras le estaba dando la espalda a todas las otras condiciones de vida. Dice que hoy no puede pasar lo mismo: “El reclamo por Malvinas tiene que estar atado al bienestar nacional y popular; por fuera de eso, el reclamo por Malvinas se convierte en algo insulso y hasta falso”.
Galtieri, Pinky y Graciela Alfano
Javier Trímboli coordina el Archivo Histórico de los Servicios de Radiodifusión Sonora y Televisiva del Estado Nacional (RTA) “Prisma” (www.archivoprisma.com.ar). Para este 2 de abril, la página que es de comunicación pública —lanzada formalmente el año pasado— propone un especial, con documentos históricos sobre Malvinas, disponibles para las escuelas como para el público en general. “Uno es sobre la famosa plaza de Galtieri, de abril del 82, cuando dice « Si quieren venir que vengan y le daremos batalla», donde se escucha a la gente cantar la Marcha Peronista y dos momentos de chiflatinas, donde lo que se hace es bajar el audio para que eso no aparezca en el material. De alguna manera se muestra la suerte de disputa que se da en esa plaza, del momento político, es el fin de la dictadura que se precipita”, anticipa Trímboli.
Otro de los especiales disponibles es sobre el recordado programa “24 horas de Malvinas”, conducido por Cacho Fontana y Pinky, donde se recaudan fondos. También toda la cobertura periodística que hace “ 60 minutos” conducido por José Gómez Fuentes. Cuentan además en esta documentación las repercusiones posteriores a la guerra, que incluye entre otros, un especial del programa “ Graciela y Andrés”, que conducían Graciela Alfano y Andrés Percivale, realizado a 10 años de Malvinas. En esa oportunidad —repasa Trímboli— son invitados ex combatientes y también Mario Benjamín Menéndez, que se presenta como un alguien inofensivo, como alguien más. Igual se desata una discusión interesante y valiosa.