El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, exigió ayer al gobierno de Estados Unidos que se retracte y se disculpe públicamente con su vicepresidente Tareck El Aissami, tras imponerle sanciones por narcotráfico. "Sin lugar a dudas es una agresión que Venezuela responderá paso a paso con equilibrio y contundencia", dijo el mandatario.
En sintonía con le jefe de Estado, la ministra de relaciones exteriores Delcy Rodríguez, afirmó que contra El Aissami, son una "agresión gravísima" que "pretende vulnerar la esfera soberana" del país caribeño y "se violenta el derecho al honor, a la reputación, a la dignidad del vicepresidente".
La reacción vino después de que el Departamento del Tesoro acusó al funcionario de supuestamente facilitar el envío de cargamentos de drogas a Estados Unidos. El FBI investiga al mandatario de ascendencia sirio-libenesa desde hace diez años, precisó EEUU.
En una reunión en Caracas con gobernadores oficialistas, Maduro manifestó su apoyo absoluto a El Aissami frente a las acusaciones y recalcó que Venezuela se reserva todas las acciones internacionales posibles en su defensa.
Dijo que los señalamientos parecen una venganza" por haber detenido a 102 capos del narco durante su gestión como ministro del Interior, entre 2008 y 2012, de los cuales 21 fueron entregados a Estados Unidos.
Según Maduro "unos burócratas" de la oficina de control de activos externos del Departamento del Tesoro, que quedaron del gobierno del ex presidente Barack Obama se combinaron con el "mayor cartel del mundo", como llamó a la oficina de control de drogas (DEA), para "levantar esta infamia" contra El Aissami.
"Es una infamia contra el compañero Tareck. He ordenado a la canciller Delcy Rodríguez que cite al encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos", dijo y exigió al funcionario que se retracte y pida excusas públicas al vicepresidente.
Maduro señaló que la acusación es parte de la "visión imperial que pretende calificar a cualquier funcionario del mundo, convirtiéndose ellos en policía, juez y parte".
"Defender a Tareck es defender los que significa la venezolanidad, es defender a Venezuela, a la revolución bolivariana. No es a Tareck, es a un país. El objetivo de esto soy yo, pero no podrán porque estamos protegidos por la historia, por Dios. Yo estoy bendito", aseveró.
Asimismo, acusó a la oposición venezolana de ir por el mundo tratando de descalificar al gobierno y propiciar una reacción del recién instalado gobierno del presidente Donald Trump.
"Venezuela se reserva todas las acciones para enfrentar esta infamia de esta oficina que persigue países progresistas, que le ha aplicado sanciones a Cuba. Defender a Tareck es defender el derecho a ser libre. Venezuela no será colonia más nunca", dijo.
Maduro afirmó además que Venezuela es "víctima del narcotráfico colombiano" y del "mercado de la coca que está en Estados Unidos".
El Aissami, de 42 años y con reputación de radical en la cúpula chavista, fue ministro del Interior y gobernador de la región de Aragua. Se convirtió en el cargo venezolano de mayor rango sancionado por Estados Unidos.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos a El Aissami, implican el bloqueo de "decenas de millones de dólares" de sus activos, afirmó el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin ayer.
El funcionario explicó que con las sanciones dispuestas, el presidente Donald Trump resolvió "enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela de que Estados Unidos está de su lado".
El Departamento del Tesoro incluyó ayer a El Aissami y a su colaborador y presunto testaferro Samark López Bello en la llamada lista Kingpin, la "lista negra" de narcotraficantes, lo cual implica sanciones económicas y migratorias para ambos.
"El objetivo de esto soy yo, pero no podrán porque estamos protegidos por la historia, por Dios. Estoy bendito"