El presidente Mauricio Macri aseguró ayer que la Argentina crecerá en 2017 por primera vez en cinco años, defendió los "logros" en sus nueve meses de gestión y valoró la creación de la mesa de la producción y el trabajo, en un diálogo tripartito junto al gobierno, para generar las bases de un país que marche hacia la prosperidad a través del consenso de todos los sectores.
"La estrella polar, como decía Perón, tiene que ser la productividad", señaló Macri en el discurso de inauguración del 52º Coloquio de Idea, que se realiza en Mar del Plata. El presidente compartió la mesa junto al titular de Idea, Ignacio Stegman, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; el de Tucumán, Juan Manuel Urtubey; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, declarado invitado de honor al evento.
El sonoro aplauso, cuando Macri subió a dar su discurso, estableció de entrada que jugaba de local. La enumeración de sus primeras medidas de gobierno sonaron a música para este foro de empresarios: levantamiento del cepo cambiario, liberalización del mercado internacional, acuerdo con los houldouts, eliminación de las retenciones.
Pero si este congreso de Idea es "oficialista" al gobierno de Cambiemos, el propio Macri se encargó de pasar algunas facturas. Dijo que no recordaba cuándo fue la primera vez que vino al congreso, pero que sí tiene muy presente la última: el año pasado, en la previa a las elecciones presidenciales cuando la mayoría apostaba o creía en un triunfo de Daniel Scioli en primera vuelta.
"Cuando dije todas las cosas que iba a hacer, casi todos, menos un grupito, pensaban que estaba loco. Y pasó un año y acá estamos", dijo Macri, y volvió a mencionar todas las medidas que los empresarios creían imposible de solucionar o implementar.
Como un pastor en misa pública, Macri pidió no perder la fe, caminar juntos por los caminos de la esperanza que da el mundo y el mercado. Los animó a crear "empleos de calidad" y puso a disposición para ello al Estado, que no "debe ser una carga, sino facilitador".
Esta vez no habló del dolor que le causa el haber implementado un "ajuste o sinceramiento" de precios para reordenar la economía. Dijo simplemente que estaba orgulloso de las respuestas de los argentinos a sus medidas.
Es que Macri se mueve en una escena particular y contradictoria. Su imagen pública se mantiene en números aceptables si se tiene en cuenta que sus medidas económicas no son valoradas de la misma manera. Tal vez por eso, piensa que si acomoda la nave, la ambición de perpetuidad no es una empresa descabellada. Ayer, por caso, dijo que no descartaba ir por la reelección en 2019.
El presidente bajó a Idea con casi toda la caballería política. Ayer apenas insinuó lo que será el desfile de sus funcionarios y ministros por este foro, que se extenderá hasta el viernes, en cuyo cierre está previsto que hable María Eugenia Vidal, su caballito de batalla en provincia de Buenos Aires si quiere hacer realidad su sueño reeleccionista.
Previo a Macri, abrió el Coloquio el presidente de Idea, Ignacio Stegman, quien se refirió al lema que guía esta edición: Puentes hacia el futuro.
Stegman dijo que los empresarios tienen esperanzas en este nuevo tiempo que se abre, ponderó los nuevos liderazgos (los políticos y los empresariales) y los desafíos por delante, en donde incluyó a la reducción de la pobreza y a la generación de empleo como los pilares que sustenten el puente hacia una Argentina próspera y en crecimiento.