"Por el lado del acatamiento gremial, el paro viene bien, pero el presidente comunal Roberto Ramella está pidiendo la intervención policial para romper la huelga, así que la zona está llena de canas y todo indica que mañana (por hoy) va a estar peor", expresó ayer a LaCapital, el dirigente del Sindicato de Trabajadores Municipales de San Lorenzo, Edgardo Quiroga, a propósito del paro por tiempo indeterminado que desde el viernes pasado cumplen los trabajadores comunales de Maciel, en solidaridad con dos compañeros despedidos tras el cierre de la Oficina de Carné.
Para Quiroga, las sanciones recibidas por los trabajadores comunales Enzo Escobar y Daniel Fared son "excesivas" y la presencia amedrentadora de la policía es para romper el paro. "Ahí tiene 25 ó 30 changarines que ni siquiera están en negro, sino que son contratados por semana, que cobran los viernes, y a los que amenaza con que si no trabajan no van a cobrar", expresó el gremialista, quien destacó que el sindicato está pidiendo también la regularización de estos trabajadores precarizadoras, aunque reconoció Quiroga que la amenaza de las autoridades de "quitarles la plata de los viernes para el puchero es efectiva".
Quiroga también acusó al presidente comunal macielense de haber contratado los servicios de la propaladora móvil de la localidad para difundir por las calles mensajes contra «los gremialistas que han llegado a alterar la paz del pueblo» y que «no hay conflicto gremial alguno»" y también desestimó la fuerza que puede ejercer un segundo gremio municipal, Adetram, que no cuenta con mayor fuerza "y no ha querido romper el paro, no está de acuerdo con la medida y juegan para Ramela".
El sindicalista recordó que el conflicto se inició aproximadamente en septiembre del año pasado, durante la administración comunal de Jorge Maruco y a los dos empleados no se les permitió ejercer el legítimo derecho de defensa".
Los trabajadores continúan concentrados frente a la comuna junto a compañeros municipales de San Lorenzo y sobre la situación Quiroga señaló al portal Info Maciel que "Desde el primer día reconocimos el error administrativo de los compañeros. Estos soportaron 90 días de suspensión sin haberes, el escarnio público porque cada uno hace un invento de lo que quiere escuchar, no sólo ellos sino lo debieron soportar toda su familia. Han sido meses muy difíciles y nos parece inadmisible la cesantía por parte de la comuna, más aún en una instancia de conciliación voluntaria a la que estábamos sometidos y que fue violada. "Teníamos una reunión el 8 de julio y nos sorprendieron con esto", expresó respecto de las cesantías.
Por otra parte, subrayó que es "entendible" el reclamo de un sector del pueblo que se muestre contra el motivo del paro comunal, aunque dijo: "Todos somos de fácil prejuicio y sobre todo si vamos a juzgar a un trabajador. Yo les pediría que todos consideren el hecho, hablen con los trabajadores; ellos están a disposición para que se los investigue porque nunca hubo una coima. La sociedad debe comprender que estos favores se le ha hecho a un sinnúmero de gente de Maciel, siempre se utilizó la documentación de otro vehículo para sacar otro carné, es sólo un papel administrativo, pero es lógico que a la persona le moleste o se asuste".
"Esto se trató de un desconocimiento, una falla informática del sistema de la provincia que no anulaba los carné y un error de gestión de Marucco —agregó—; Por eso nos parece excesivo despedir a los trabajadores y además una dramática contradicción en relación a que quien era el responsable principal, Marucco, siga siendo parte de la comisión que administra el interés público de Maciel".
Quiroga admitió que no hubo ninguna chance para trasladar a los empleados a otra localidad y remarcó que, aunque la oficina de carné se reabra, ni Fared ni Escobar volverán a trabajar en el lugar. "Es parte del castigo. Uno debe pagar por sus errores, en eso también somos conscientes", manifestó.