El Palacio de los Leones trazó un balance positivo luego del debut de los carriles exclusivos, una iniciativa que había entrado en la cuenta regresiva sin matices entre los que se oponen con vehemencia y los que la respaldan.
La decisión del municipio de no recular con una medida destinada a descomprimir de rodados la zona central de Rosario, más allá de la bronca de algunos vecinos y comerciantes (reducida a una demanda institucional que exorcizó los fantasmas de cortes de calles), pareció potenciar ayer sus fundamentos en función de los resultados que arrojó el estreno.
Pero nuevos desafíos, para nada menores, están a la vuelta de la esquina: en escasos días arrancará el ciclo lectivo 2012, instancia que deparará una mayor circulación de vehículos particulares y transportes escolares.
Por eso, en el municipio destacaron el valor de haber activado los carriles un par de semanas antes de la vuelta a clases. "Nos agarrará bien parados", pronosticaron.
No obstante, la instantánea que reflejó a no pocos usuarios de colectivos desconcertados por el corrimiento de las paradas, entre otros interrogantes, obliga a profundizar la campaña de concientización.