Una semana más de trabajo por delante para Paolo Montero. El retraso del fútbol argentino, cuando parecía que finalmente la pelota iba a rodar de una vez por todas, en Central, al igual que en el resto de los clubes, habrá que esperar. Y en Arroyo Seco también se vivió un día especial. Con una reunión entre los referentes del plantel y algunos directivos que terminó con la comunicación por parte del capitán Marco Ruben sobre la medida de no jugar, que era lo que se había decidido en Capital Federal, en la sede de Futbolistas Argentinos Agremiados. Después, sin temas que merodeen lo económico, desde lo estrictamente deportivo el cuerpo técnico canalla tiene una sola ventaja en medio de este panorama: la posibilidad de recuperar a varios futbolistas que hoy no hubiese podido estar en condiciones si el campeonato se hubiese reiniciado. Los casos emblemáticos son los José Luis Fernández y Gustavo Colman.
Ayer hubo práctica por la tarde en Arroyo Seco y posterior concentración, lo que imposibilitó que jugadores canallas viajar a Buenos Aires. Esperaron atentos en la concentración y una vez finalizado el cónclave en Agremiados mostraron su solidaridad con la decisión adoptada por los futbolistas del resto de los clubes. Alrededor de las 22 los tres dirigentes (los vicepresidentes Luciano Cefaratti y Ricardo Carloni y el vocal Esteban Ferreyra) que estaban en la concentración los futbolistas les comunicaron su decisión.
Inmediatamente los directivos se fueron del predio, tratando de interiorizarse para ver qué medidas iba a adoptar la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), más específicamente si mantenía la postura de que aquel equipo que no se presentara a jugar perdería los puntos.
Del lado de Central ya estaba garantizado que los profesionales no iba a jugar y que en un caso extremo se debía apelar a los juveniles, aunque para ello era necesaria una resolución de la AFA, que modifique la reglamentación que dice que todo equipo tiene que tener como mínimo ocho profesionales en cancha (entre los 18). Del otro lado estaba Godoy Cruz, que había viajado a Rosario (ver aparte), pero sólo con profesionales.
Es más, en algún momento desde Central pensaron en ponerse a trabajar rápidamente, entendiendo que no iba a haber aprietes de la AFA ni intentos de quita de puntos, para ver si podían confirmar algún partido amistoso para mañana. En definitiva que el equipo principal se pueda mover para no perder ritmo es lo más importante para directivos y cuerpo técnico.
Después, se puede enfocar el tema desde otro lado. Es que en este marco hablar de situaciones de lesionados cuando Central estuvo a horas de salir a jugar parece fue de lugar, pero es el único beneficio que encontrará el cuerpo técnico.
Montero se expresó más de una vez sobre el fastidio que tienen los jugadores por la dilación en el reinicio del torneo. El mismo habló de la ansiedad que tenía sobre su debut como técnico canalla. El como los futbolistas deberán esperar.
Para el partido que se iba a jugar hoy en el Gigante frente al Tomba el técnico canalla tenía algunos contratiempos en lo concerniente a bajas por lesión. De hecho las presencias se Javier Pinola y Federico Carrizo se sellaron por la imposibilidad de Gustavo Colman y José Luis Fernández. A los dos se los podrá exigir a partir del lunes para ver si pueden llegar en condiciones para el próximo fin de semana.
Ese fin de semana, o cuando toque jugar, Montero tendrá más posibilidades a la hora de elegir. Quizá sea hoy lo menos importante o al menos trascendente, pero es lo que le permitirá esta extensión en el parate que sufre el fútbol argentino.