Brindan protección gratuita contra enfermedades, algunas severas; pueden evitar internaciones y en ocasiones la muerte, sin embargo, las vacunas, grandes aliadas de la salud infantil, "no son consideradas por los padres como un derecho de sus hijos". Así lo señaló Andrea Uboldi, a cargo de la dirección provincial de Promoción y Prevención de la Salud de Santa Fe, quien reconoció además que el nivel de vacunación en el territorio santafesino no es óptimo. Por eso, en estos momentos en que comienza el ciclo escolar, pidió a los papás, a los miembros de los equipos de salud y también a los maestros a seguir trabajando para que la población tome real conciencia de la importancia de tener el calendario de vacunas al día. "Ese pinchazo que tal vez duele un poco puede cambiarle la vida a un chico alejándolo de las enfermedades y evitando en algunos casos situaciones muy graves", enfatizó.
¿Cuáles son las vacunas que un niño o niña debe tener al momento del ingreso escolar? Uboldi remarcó que entre los 5 y 6 años deben recibir tres vacunas: la Sabin (contra la poliomelitis), la triple viral (contra el sarampión, la rubeola y las paperas) y la triple bacteriana (contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa).
"Corresponde que llegue a primer grado con esas vacunas aplicadas; pueden recibirlas durante el año previo al ingreso escolar, incluso con 5 años. Si ya se las colocaron, en la escuela solamente controlarán el carné, y si no, sugerirán la aplicación de las que falten", destacó la médica.
A los once. A los once años chicas y chicos deben cumplir con: la triple bacteriana acelular, la vacuna contra la hepatitis B y la triple viral. Solamente las nenas tienen que colocarse, además de las anteriores, la vacuna contra el virus de papiloma humano (responsable de la mayoría de los cánceres de cuello de útero) que consta de tres dosis.
La inoculación no sólo protege al alumno sino que es una medida de prevención para todo el entorno. Gracias a la existencia de vacunas ciertas enfermedades han "desaparecido" a nivel mundial, pero para que siga siendo efectiva su función, el cronograma establecido debe cumplirse cada vez que corresponda de acuerdo a la edad del niño.
En equipo. Para lograr incrementar los niveles de vacunación en la provincia resulta imprescindible el trabajo en equipo. Existe un convenio entre los ministerios de Salud y Educación para que desde el ámbito educativo se favorezca el incentivo a la vacunación y se controlen los carnés de los chicos que asisten a clases. Uboldi mencionó que esta tarea "funciona mucho mejor en las zonas de la periferia, en los establecimientos rurales y en el interior de la provincia" y que es "más difícil" en las comunidades educativas de las grandes ciudades. Por eso insistió en la importancia del compromiso de todos los actores sociales para que "ningún niño se quede sin sus vacunas".
La funcionaria cree que también falta difusión desde los medios de comunicación y consideró que "debería haber una pauta publicitaria permanente que muestre las ventajas de estar protegidos con las vacunas del calendario". Esto debería estar presente tanto en televisión, como en radio, en la prensa gráfica y en la vía pública, comentó.
Documento importante. Otro de los aspectos en los que insistió la directora de Promoción y Prevención de la Salud _y que también forma parte de la difusión que hace el Ministerio de Salud de la Nación_ es el hecho de tener el carné de vacunas bien conservado y en un lugar donde no se pierda. Es un documento de gran valor ya que en él se registran las vacunas aplicadas durante toda la vida y sirve para tener un control adecuado.
Las vacunas del calendario son gratuitas y obligatorias, y si bien pueden causar algún tipo de molestia o dolor, o enrojecimiento e inflamación en el lugar de la aplicación, en general, estos efectos desaparecen rápidamente. "Sólo un pequeño grupo puede presentar fiebre o decaimiento durante un par de días; sólo si las molestias persisten es necesario consultar al médico".
Para que el cumplimiento sea cada vez mayor, Uboldi señaló que no sólo se requiere del apoyo de padres y maestros, también es clave la tarea de los equipos de salud que deben "colaborar conteniendo y apoyando a niños y progenitores en el momento de la inoculación". La aceptación de las vacunas depende de muchos factores, indicó la especialista, "y uno de ellos es la experiencia que el niño y su familia hayan tenido en relación a las vacunas".
Finalmente remarcó: "Siempre es mejor vacunarse que enfermarse".