El sexo, en pleno siglo XXI, sigue interpelando a los espectadores, directores y actores. Una imagen de sexo explícito o mostrar cuerpos desnudos todo el tiempo en una película sigue impactando al punto de que hubo espectadores que decidieron abandonar la sala en medio de una proyección de esta muestra internacional por considerar que lo que se veía en pantalla superaba lo que supuestamente podían ver.
Entre casi 400 producciones, entre películas y cortometrajes, hubo dos casos emblemáticos para analizar en este Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: "La noche", de Edgardo Castro, en la sección Nuevos Autores, y "Las decentes", de Lukas Valenta Rinner, en la Competencia Argentina.
Las preguntas que quedan flotando tras su proyección es cuál es el límite de una película, cuánto de artístico hay en mostrar sexo real o un hombre orinando a otro, como ocurre en la película de Castro; y cómo talla la libertad expresiva a la hora de la exposición del cuerpo, algo que vale para los dos filmes citados, y para tantos otros exhibidos en esta muestra.
"La película me pone frente a un lugar muy fuerte, que tiene que ver con hasta dónde soy libre, cuál es mi moral y cuáles son mis prejuicios", dijo Castro en diálogo con los espectadores tras la proyección en la colmada sala del Ambassador 4.
El realizador y actor, que trabajó en películas como "Kryptonita", "Lluvia" e "Historia del miedo" y en roles secundarios en programas populares en televisión, compuso un relato tan polémico como original. En un formato casi documental, a lo que citó como "una trampa enorme", Castro se muestra en su recorrido salvaje en la noche de Buenos Aires, en busca de placer para combatir su soledad y su falta de amor. En ese derrotero tendrá relaciones homosexuales con taxi boys, travestis y hasta sexo grupal. Al actor se lo ve haciendo escenas de sexo oral y otras de cierto destrato que sufre en carne propia, cuando uno de sus amantes ocasionaes le orina la cara y todo el cuerpo, en una escena que tardaron ocho horas para filmarla.
"Hacer esta película, no sólo actuarla sino filmarla, me significó encontrarme con todos esos fantasmas de moral y prejuicios, en un país muy difícil, en un país en donde la libertad está puesta en la voz pero en el hacer a veces se queda a mitad de camino. Para mí "La noche" es eso, es gente que se puso a hacer cine y a probar su propia libertad", dijo Castro.
Erica Rivas, que llegó al festival para presentar "La luz incidente" en el ciclo de cine en la playa, también vio "La noche" y tuvo su opinión al respecto. "A Castro lo conozco porque fue compañero mío en la miniserie "23 pares" y yo creo que exhibir su película aquí, que tiene cierto riesgo, tiene que ver con la amplitud de miradas que permite este festival".
Y agregó: "Es una necesidad muy personal e íntima de Castro de hacer esta película, él decide, con una generosidad muy grande, exponerse a eso, cosa que yo no haría, yo tengo límites como actriz, con mi cuerpo y mi sexualidad, me parece que eso es mío, pero a mí no me molesta verlo y sí me pasan cosas cuando lo veo. Esa película me produjo una desolación total y una tristeza muy grande, y está bueno que genere algo en el espectador".
Por su parte, en "Las decentes" sobresale la actuación de la protagonista Iride Mockert, quien interpreta a una mujer que busca su felicidad y un contacto con el amor. Lejos de la disparatada mucama Iaia de "Viudas e hijas del rock & roll", de Telefe, aquí compone a otra mucama, Belén, que es empleada de una lujosa casa en un barrio privado, lindera a un centro nudista, y se le ocurre conocer y disfrutar ese universo.
"Creo que hay como un tabú , y este trabajo tiene una propuesta en la que el 50 por ciento de la película es con actores desnudos, y es muy loco porque uno supone que debería volverse cotidiano o normal para el espectador, pero hay gente que queda shockeada, y te deja abierta esta incógnita, de que en pleno siglo XXI, con todas las cosas que pasan, hay algo que todavía no se puede soltar", dijo la actriz en exclusiva para Escenario tras la presentación en una de las salas del Paseo Aldrey.
La actriz contó que otras veces grabó desnuda y recientemente filmó escenas de sexo con Luis Machín en "Encerrados" , un unitario de Benjamín Avila ("Infancia clandestina"), de próximo estreno en la televisión. Pero aclaró que "Las decentes" le representó otro tipo de experiencia. "Nunca había hecho una película como protagonista y estar filmando en Palos Verdes en el club nudista de Moreno, porque no es que vos estás en un set, acá había gente pasando al lado tuyo, había moscas, sapos, son 40 hectáreas de bosques, al aire libre. Lo que más me costó al principio fue acostumbrarme de que iba a estar actuando con un montón de gente desnuda, de las cuales muchos no eran actores, pero además había gente que era del lugar y se ponía a ver, hay voyeuristas, hay de todo", indicó. "Para mí la película habla de la liberación de uno, y por eso acepté hacerla, me gustó la curva del personaje de Belén, porque más allá del country y el club nudista, habla de la liberación propia y de tomar las armas en todo sentido",en referencia a un momento puntual del filme, de cierta violencia, que tiene un guiño al cine de género coreano.
El director austríaco Lukas Valenta Rinner también dio su mirada sobre esta propuesta: "Es una película sobre la revolución, invadimos nuestros espacios, había algo de eso que quería conocer, pero creo que las películas, más que inventar una respuesta para el público, son también excusas personales para emprender un viaje, son exploraciones que apuntan a sorprender, incluso a mí mismo me sorprende, no es para dar respuestas". Como bien reza el manual de cine de autor, el final queda abierto.