"Warcraft", el amor atraviesa todas las batallas
"Warcraft", el amor atraviesa todas las batallas
Calificación: ***. Intérpretes: Travis Fimmel, Paula Patton, Ben Foster, Dominic Cooper y Tobby Kebbell. Dirección: Dunca Jones. Género: Fantasía. Salas: Monumental, Hoyts, Showcase, Village.
Ir al cine con la idea de ver la versión fílmica de un viejo juego de la playstation será una frustración para los amantes de "Warcraft". Pero lo bueno es que la película de Duncan Jones toma vuelo por sí misma y dejará con una sonrisa a flor de labios a los que no conozcan absolutamente nada de jueguitos de play. Es que el director le puso un condimento emotivo que atraviesa la historia. Quizá sensibilizado por una cuestión dramática personal (su mujer enfermó de cáncer en medio del rodaje), el realizador planteó una historia cuyo nudo central es la batalla entre los humanos y los orcos, sobre una estética guerrera de la era medieval. Pero entre líderes carismáticos, magos siniestros y aprendices ingeniosos, se desandan dos historias de amor con un peso específico determinante. La primera es la de dos orcos, el jefe Durotan y su esposa embarazada, cuyo hijo será el protagonista de la secuela, como se deduce en el final del filme no en vano subtitulado "El primer encuentro de dos mundos". Y la segunda es la de los protagonistas: el humano Lothar (Travis Fimmel) y la mujer orco Garona (Paula Patton), quienes pelearán por la misma causa y ya se insinúa que concretarán su amor en la próxima película. Hay traiciones y lealtades en una producción que se disfruta mucho más en la versión 3D, sobre todo en las batallas, ya que los recursos digitales son empleados con más ingenio que efectismo. Para ver con o sin play.
Por Pedro Squillaci
"La última ola", todo pasa y todo queda
Calificación: ***. Intérpretes: Kristoffer Joner, Ane Dahl Torp, Jonas Hoff Oftebro y Fridtjov Såheim. Dirección: Roar Uthaug. Género: catástrofe. Salas: Monumental, Showcase, Sunstar y Village.
El cine catástrofe llega ahora desde Noruega y de la mano del director Roar Uthaug que desembarcó en Argentina con "La última ola". Ese subgénero tuvo su pico de popularidad en los 70, con algunas películas que marcaron su época como "Terremoto" o "Aeropuerto", entre muchas otras. Cuarenta años después resultan rentables con ejemplos como "San Andrés" o "Lo imposible", con Naomi Watts.
La previsibilidad es uno de los flancos débiles de estos productos con una casi idéntica estructura narrativa. "La última ola" se ajusta casi en su totalidad a esa premisa en la que ya no cabe esperar demasiadas sorpresas. Esta vez se trata de una falla latente y muy real que amenaza a un idílico pueblo recostado sobre un fiordo y que es monitoreada de forma permanente. El héroe, un abnegado geólogo a punto de mudarse, y dejar sus amado trabajo en la montaña, sabe, observa los signos de que algo está mal.
Unas gotas de agua en una ladera le dan la pista. Y a partir de ese momento al promediar la película se desencadena la famosa catástrofe que a diferencia de otros filmes se concentra solamente en el protagonista, su mujer y sus dos hijos, quizás por una cuestión de presupuesto.
Por Rodolfo Bella
"Dos tipos peligrosos", detrás de las pistas
Calificación: ***. Intérpretes: Ryan Gosling, Russell Crowe, Matt Bomer, Kim Basinger y Beau Knapp. Dirección: Shane Black. Género: Policial. Salas: Hoyts, Monumental, Showcase y Village.
Shane Black lo hizo de nuevo. El creador de "Arma mortal" regresó a la pantalla grande con una comedia policial explosiva y suspicaz. Ryan Gosling y Russell Crowe logran crear una química que funciona -y muy bien- y recuerda a la dupla que generó el éxito de los 80 de la mano de Mel Gibson y Danny Glover.
Esta Buddy Movie tiene muchos puntos a favor y casi ninguno en contra: el reparto, que además incluye a la diosa Kim Basinger, el guión que se destaca por su ingenio a cada minuto y la trama que resulta efectiva y concluyente.
Además, el contexto en el que se sitúa la historia, que está anclada en la década del 70 enriquece el filme donde priman descapotables lujosos, mansiones de época y smokins por doquier.
Lo cierto es que como fiel representante del género, esta película de amigos prioriza el vínculo que existe entre este detective alcohólico (Goslyng) y un asesino a sueldo (Crowe), que van fortaleciendo a través del relato. Y a este dúo se le suma Angourie Rice, que interpreta a la hija adolescente de Goslyng y asume un rol fundamental en la trama compensando las escenas violentas con su dulce inocencia. Los tres trabajarán juntos en el caso de una joven desaparecida que se relaciona íntimamente con las estrellas del cine porno y que yace bajo una conspiración de las grandes esferas.
Una comedia policial que recrea un universo de hermandad y acción en pos de la justicia al mejor estilo "Starsky & Hutch", en la que todas las piezas encajan y aseguran un policial entretenido que podría tener su segunda parte.
Por Luciana Boglioli