Los Dólmenes de Antequera, un conjunto megalítico ubicado en la provincia de Málaga, en el sur de España, fueron incluidos ayer en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, anunció el organismo internacional en su cuenta de Twitter.
Los Dólmenes de Antequera, un conjunto megalítico ubicado en la provincia de Málaga, en el sur de España, fueron incluidos ayer en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, anunció el organismo internacional en su cuenta de Twitter.
Un dolmen es una construcción levantada con losas asentadas en la tierra en posición vertical, sobre las que se apoya otra en posición horizontal. El conjunto conforma una cámara recubierta por tierra. Los dólmenes aparecen en Europa Occidental, donde fueron construidos como sepulcros colectivos.
La decisión fue adoptada durante la 40 sesión del Comité de Patrimonio Mundial, que se celebra en Estambul.
El conjunto arqueológico Dólmenes de Antequera lo conforman los Dólmenes de Menga, Viera y El Romeral en Antequera, en la provincia andaluza de Málaga. Está considerado como uno de los mejores exponentes del megalitismo europeo, las primeras formas de arquitectura monumental en la prehistoria del Viejo Continente.
Más del 95 por ciento de los dólmenes reconocidos están posicionados hacia el sureste, como es el caso del de Viera. Sin embargo, los de Menga y El Romeral tienen un posicionamiento anómalo. El del primero es único, hacia el noreste, y es el único dolmen de Europa continental posicionado hacia un objeto terrestre, la Peña de los Enamorados.
Ayer también fueron incluidos en la lista el paisaje cultural de arte rupestre de Zuojiang Huashan, en China; los vestigios excavados de Nalanda Mahavihara, en India; el qanat persa (Irán), el sitio arqueológico de Filipos (Grecia), el sitio arqueológico de Ani (Turquía) y las tumbas medievales monumentales de Stecci (Bosnia, Croacia, Montenegro y Serbia).
El paisaje cultural de arte rupestre de Zuojiang Huashan, en el sur de China, cuenta con pinturas rupestes procedentes de entre el siglo V a.C y el II d.C. que ilustran la vida y los rituales del pueblo Luóyué.
En cuanto a las ruinas de Nalanda, están situadas en el estado de Bihar, en el este de India. Comprenden los restos arqueológicos de una institución monástica y escolástica budista que data del siglo III a.C. Fue la universidad más antigua del subcontinente indio y organizó la transmisión de conocimiento durante un periodo ininterrumpido de 800 años.
El qanat persa de Irán es, por su parte, un antiguo sistema de riego que toma el agua de los acuíferos en lo alto de los valles y la hace circular por túneles subterráneos que a menudo miden varios kilómetros. Los 11 qanats que componen este sitio y representan este sistema comprenden también zonas de reposo para los trabajadores, depósitos de agua y molinos hidráulicos.
En Grecia. El sitio arqueológico de Filipos (Grecia) alberga una serie de monumentos arqueológicos testigos de una historia en la que se han cruzado y desarrollado distintas civilizaciones. La primera evidencia arqueológica de vida organizada en la zona data del año 5500 a.C. y se encuentra en Dikili Tash, el más antiguo asentamiento neolítico en toda Macedonia y Tracia.
La ciudad de Ani, localizada a unos 42 kilómetros de la ciudad turca de Kars, fue uno de los asentamientos más impresionantes del Medievo. Las ruinas ocupan un espacio casi triangular entre el río Arpaçay, que hace frontera entre Turquía y Armenia, y uno de sus afluentes, el Alaca.
Por otro lado, Nan Mandoi, un centro ceremonial de Micronesia Oriental, fue incluido a la vez en la Lista de Patrimonio Mundial y en la de Patrimonio Mundial en Peligro, debido a las amenazas que pesan sobre él, en particular el enlodamiento de las vías navegables, que propicia el crecimiento incontrolado de manglares.Situado frente a la costa de la isla de Pohnpei, está integrado por un conjunto de 99 islotes creados artificialmente con columnas basálticas y bloques de coral. Esos islotes albergan vestigios de los palacios, templos, sepulturas y moradas de piedra que constituían el centro ceremonial de la dinastía Saudeleur y fueron construidos entre los siglos XIII y XVI, en un periodo de gran auge de la cultura de las sociedades isleñas del Pacífico.