El doctor Stephen Strange es un reputado neurocirujano de Nueva York, arrogante y vanidoso. Tras sufrir un terrible accidente de coche, sus manos quedan dañadas, cosa que arruina por completo su carrera. Luego de una intervención que lo recupera parcialmente, descubrirá un mundo oculto de dimensiones mágicas, tras lo cual durante su entrenamiento con un maestro místico en el Himalaya, se revelarán sus poderes telepatía y teletransporte, que utilizará para combatir al mal.
Tal es el argumento de "Doctor Strange", la décima cuarta película del Universo Cinematográfico de Marvel, que se estrena hoy en Rosario. El "extraño" superhéroe, interpretado por el británico Benedict Cumberbatch, ya domina con sus hechizos la taquilla cinematográfica mundial, con más de 500 millones de dólares recaudados. Por lo cual es previsible que se convierta también en un gran éxito de taquilla en los cines argentinos.
El nuevo tanque de Marvel, donde los efectos especiales digitales vuelven a jugar un papel predominante, estuvo dirigido por el californiano Scott Derrickson, y acompañan en el reparto Cumberbatch estará acompañado por figuras como el danés Mads Mikkelsen o la canadiense Rachel McAdams, villano de la función y Enfermera de Noche marveliana respectivamente.
"Doctor Strange, el máximo hechicero" del Universo Marvel, apareció por primera vez en el libro de historietas Strange Tales 110 (julio de 1963). Según el legendario creador del cómic, Stan Lee, fueron ciertos recuerdos de su niñez los que lo inspiraron a crear un tipo de héroe diferente. Inspirado en el protagonista de un programa de radio de su infancia llamado Chandu, el mago, Lee pensó en crear un héroe que pudiera ser maestro de las artes místicas.
El director Derrickson realizó cuatro filmes de terror y uno de ciencia ficción, siendo el título más conocido "El exorcismo de Emily Rose". "Todo mi trabajo ha tenido siempre un pie en el mundo real y otro en el sobrenatural", arguye, y luego añade: "Lo que en verdad me interesa es que todas mis películas tienen que ver con lo fantástico". Y según el cineasta en "Doctor Strange" pasa lo mismo: lo fantástico, el misticismo, las otras dimensiones, pero siempre centrado en personajes realistas. "En mis películas de terror siempre jugaba con el género para que fueran diferentes pero cinematográficamente no eran nada nuevo. Esta película sí que lo es", añade.
En declaraciones a Den of Geek, Derrickson ya dio los primeros detalles sobre una potencial segunda parte del doctor hechicero. "Me encanta el personaje, me encantan las posibilidades visuales, y conozco los cómics muy bien. La primera película es la punta del iceberg... Lo que hizo a «El Caballero Oscuro» tan grande fue que sus orígenes se contaron muy bien, y después llegó el momento de traer un villano para profundizar de verdad. Y no sólo El Joker, también Dos Caras. Fue una experiencia más visceral. Me encantaría poder hacer eso con Doctor Strange".
Entrenado y optimista. En tanto, Benedict Cumberbatch, a cargo del protagónico, dice que "hay una buena cantidad de filosofía y grandes preguntas que se plantean en la película, y un montón de combates geniales que he disfrutado haciendo". El actor británico también cuenta que la preparación que tuvo que hacer para interpretar a Strange "ha sido sobre todo un entrenamiento de campo, aprendiendo toda esa clase de movimientos voladores de kung-fu, la coreografía y a ser capaces de luchar unos con otros sin matarnos unos a otros".
Cumberbatch explica en una entrevista publicada por el diario español El Periódico que Marvel está haciendo historia en el mundo del cine. "Han producido 14 películas que componen toda una mitología, y que no sólo han triunfado en la taquilla sino también obtujvieron críticas que van de lo muy positivo a lo excelente. Y en el futuro estas películas serán celebradas como un reflejo esencial de nuestro zeitgeist (el espíritu del tiempo). Y en concreto «Doctor Strange» es una obra especialmente intrépida dentro de su género. No sólo utiliza los efectos especiales para algo más que provocar explosiones y destruir edificios, sino que además medita sobre asuntos como la espiritualidad o el misticismo".
El actor nacido hace 40 años en Londres está seguro que las películas de superhéroes no desaparecerán si siguen evolucionando. "Estoy seguro de que en su día a John Ford se le preguntaba eso a menudo acerca del wéstern. El wéstern fue un género dominante durante décadas, fue capaz de reinventarse en el spaghetti-western y continuó vivo, como demuestran las películas de Tarantino o el Oscar obtenido por "Temple de acero" (de los hermanos Coen). Mientras evolucione, el cine de superhéroes tiene mucha vida. Eso sí, como no lo haga, está muerto".