Lecturas maestras para agendar
¿Qué tres libros piensa que todo docente debería leer? La pregunta fue lanzada a
ensayistas, artistas, pedagogos y pensadores argentinos. Surgieron bellas recomendaciones que
enlazan la poética de autores clásicos con otros escritores del pensamiento nacional, o bien
cuentos que invitan a mirar la escuela desde "el otro lado del mostrador". Opinan Adrián Abonizio,
Jorge Coscia, Pablo De Santis, Laura Devetach, Ricardo Forster, Norberto Galasso, Pablo Gentili,
Silvina Gvirtz, Stella Maldonado y Adriana Puiggrós.
29 de agosto 2009 · 01:00hs
¿Qué tres libros piensa que todo docente debería leer? La pregunta fue lanzada a
ensayistas, artistas, pedagogos y pensadores argentinos. Surgieron bellas recomendaciones que
enlazan la poética de autores clásicos con otros escritores del pensamiento nacional, o bien
cuentos que invitan a mirar la escuela desde "el otro lado del mostrador". No faltó una mención a
la Biblia, y no por razones religiosas sino humanistas.
"Hay una enorme riqueza literaria que forma el patrimonio cultural de las
sociedades y la nuestra particular", dice la educadora y diputada nacional Adriana Puiggrós, para
explicar lo difícil que resultaba sugerir tres lecturas a otro. De una u otra manera, todos los
consultados adhirieron a esta idea de la sugerencia, el acercamiento a los libros sin
prescripciones ni cánones de lo que se debe leer.
Además de Puiggrós, dejaron sus impresiones los escritores Laura Devetach y
Pablo De Santis, los especialistas en educación Silvina Gvirtz y Pablo Gentili, el historiador
Norberto Galasso, y el filósofo Ricardo Forster. También participaron el secretario de Cultura de
la Nación, Jorge Coscia, el músico Adrián Abonizio, y la titular de la Confederación de
Trabajadores de la Educación de la República (Ctera), Stella Maldonado.
De cada uno las lecturas fluyeron como un regalo, de quien sabe que lo que
ofrece tiene una marca de sí y desea ser compartida con el otro. Surgieron así "clásicos como gran
parte de la obra de Sarmiento" para hacer una relectura del "sujeto de la educación actual".
También aquellos libros que ofrecen "una perspectiva diferente de los derechos
del niño y adolescentes", o bien los que invitan a pensar en los "malos alumnos". Aquí los
escritores franceses como Daniel Pennac, Françoise Dolto o Françoise Begaudeau son los
preferidos.
No todos nombraron lecturas pensadas en la profesión docente. "Es un lío meterse
en el bosque de los libros y hacer recomendaciones", dice Laura Devetach para proponer "El abanico
de seda", un análisis "profundo y perspicaz de los vínculos sociales y parentales entre mujeres en
China". También se inscriben aquí "El juguete rabioso", de Roberto Arlt. Por ser —al decir de
Abonizio— un libro que constituye "un manual de historia" para cualquier docente.
Las historias de amor no quedan afuera. La dirigente de la Ctera, Stella
Maldonado, propone a John Berger, a través de las cartas que le escribe una mujer a su pareja, un
preso político. Para Pablo De Santis, Borges no puede faltar en la biblioteca de los docentes,
sencillamente porque "sus cuentos son uno de los tesoros de la literatura universal".
Otros pensadores como Galasso y hasta el mismo secretario de Cultura nacional,
el cineasta Coscia, se inclinaron por recomendar los autores que dan sustento ideológico al
"pensamiento nacional y popular". Citan entonces en primer lugar a Arturo Jauretche y su "Manual de
zonceras argentinas".
La nómina es tan amplia y diversa como la mirada que cada uno quiera darles a
las lecturas, sin recetas a la hora de recomendar. Por eso el referente del espacio de
intelectuales de Carta Abierta, Ricardo Forster, no duda en sugerir la Biblia y con igual decisión
"El manifiesto comunista". En ambos casos, lo hace pensando "en un docente que no es simplemente un
transmisor de recursos técnicos, sino que intenta poner en discusión distintas cosas".
Es verdad que sugerir una lectura es difícil. Pero los libros están allí, ahora
con alguna marca de quienes ya pasaron por ellos, que seguramente será diferente cada vez que
alguien los vuelva a leer y recrear con su propia historia.