El encargado de una estación de servicios sufrió ayer el robo de 365 mil pesos que llevaba para depositar en un banco cuando dos delincuentes lo encerraron en la esquina de Ovidio Lagos y San Luis y, tras amenazarlo de muerte con sendas armas de fuego, lograron sustraerle una mochila con el botín.
Néstor G., de 48 años, es el encargado de la estación de servicios Shell de Presidente Perón y Matienzo, en la zona oeste de Rosario. Ayer, después de las 15, junto a un amigo partieron hacia un banco de bulevar Oroño a bordi de un Renault Kangoo y lo que menos esperaban era ser asaltados por delincuentes que tenían datos puntuales de dónde estaba el dinero.
"Nosotros nunca hacemos el mismo movimiento, cuando llevamos plata al banco la transporta el dueño de la estación o lo mandamos custodiado o bien lo llevo yo con otra persona", dijo Néstor a LaCapital.
Ayer decidieron poner los 365 mil pesos en una bolsa y luego esa bolsa en una mochila. "Salimos del minimarket de la estación con una bolsa cerrada en la que iba la plata dentro de la mochila. Por ahí alguien nos vio. Es raro, pero puede ser", dijo Néstor.
Alrededor de las 15 se subieron al Renault Kangoo de Néstor. "Mi compañero fuma, entonces íbamos con la ventanilla abierta. Nos subimos y pusimos la mochila debajo del asiento, cosa que no pudieran arrebatarnos la plata. El itinerario que hicimos no es el normal. Tomamos por Presidente Perón hasta Francia, de allí a San Luis y al este. Pero al llegar al semáforo de Ovidio Lagos nos encerró una Meriva", recordó.
Encerrado. La Kangoo paró en segunda fila y la Meriva se le plantó sobre la ciclovía de calle San Luis mientras un Ford Focus se estacionó detrás del utilitario. "La Meriva nos puso la trompa y se bajaron los dos que venían arriba. A mi compañero le rompieron la ventanilla y yo la tenía abierta. Nos apuntaron con dos pistolas 9 milímetros y uno me dijo «dame la mochila con la plata que pusiste debajo del asiento o te mato», y metió la mano para buscarla. Eran dos hombres de unos 30 años y a cara descubierta", dijo aún con bronca.
En tanto, el otro maleante le apuntaba a su compañero y no lo dejaba moverse. "Tenían muchos datos y todo estudiado. Sino ¿cómo sabían del escondite de la plata y que estaba en la mochila? Se manejaron con mucha cancha, sabían lo que hacían".
Además de la mochila, los ladrones les sacaron las llaves del utilitario, subieron a la Meriva y el Ford Focus realizó una arriesgada maniobra con la cual invadió la ciclovía y partió detrás de la Meriva. Varados, y en medio de la calle, Néstor G. y su amigo llamaron al 911 "que tardó 45 minutos en llegar", señaló la víctima.
Para Néstor los ladrones "estaban en el minimarket de la estación tomando un café y nos vieron, o bien estaban enfrente. Los únicos que sabíamos donde estaba la plata éramos nosotros. Hay cámaras por Perón y por Felipe Moré, y al revisarlas tal vez se sepa quiénes son", expresó Néstor. Y agregó: "Una cámara de uno de los negocios que está por Ovidio Lagos registró todo".