La Escuela Media Nº 251 Víctor Cué de Rosario fue sede de la instancia provincial de la 8º Olimpíada de Geografía de la República Argentina, que organiza la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Ministerio de Educación
de la Nación. Según los organizadores “son las olimpíadas que más alumnos, docentes y escuelas convocan en todo el país”, de las que financia la Nación. De hecho este año en Santa Fe participaron unos 4 mil secundarios en la etapa escolar. La competencia también abre el debate sobre el lugar de la disciplina en los nuevos planes de estudio del secundario provincial.
Entusiasmo. Así puede definirse el clima que se vivía en la Escuela 251 de Empalme Graneros, hasta donde llegaron alumnos de Monje, Irigoyen, Barrancas y Alvarez para pasar la prueba jurisdiccional. En otras ciudades santafesinas se cumplieron las mismas pruebas. Los resultados, que se conocerán en poco tiempo y definirán dos alumnos (uno por cada categoría) para la instancia nacional que serán el 1º y el 2 de octubre en la Facultad de Humanidades y Ciencias (UNL), en Santa Fe.
“Para nosotros fue una gran alegría haber sido elegidos sede de esta olimpíada”, dijo el profesor Jorge Catalá que enseña en esta institución de Génova al 3200 y promueve cada año certamen interescolares donde los estudiantes ponen a prueba cuánto saben de la disciplina. Algo que consideró fue una motivación extra para que se integren al concurso nacional.
El certamen desafía a los chicos en los conocimientos geográficos, por eso para llegar a esta etapa jurisdiccional, antes debieron aprobar las pruebas escolares, donde se definieron dos finalistas por institución: uno por la categoría A (los dos primeros años del secundario) y otro de la B (para el resto de los años del secundario). Hay una tercera categoría que es la de proyectos de investigación.
La cita de la competencia fue el viernes pasado en la Escuela Media Nº 251, donde asistieron los finalistas de las secundarias Nº 529 de Irigoyen; Santa Justina de Alvarez y la Media 413 de la localidad de Alvarez; la 416 de Barrancas, la 362 de Monje y de Rosario la Técnica 2.071 y la 251 de Rosario.
“Desde 2005 (a excepción de 2006) hasta la fecha han participado las 24 jurisdicciones del país”, recuerda la coordinadora de la Olimpíada Geográfica Argentina, Blanca Fritschy.
Qué dicen los chicos. Rocío Rango, de 13 años, fue una de las primeras en terminar la prueba. Asiste a primer año de la escuela 416 de Barrancas. “Me anoté porque me pareció curioso participar y me gusta la materia”, dijo. Su compañera de curso, Sofía Casado, confesó que le resultó “difícil, porque no recordaba algunos nombres de los ríos de América”.
Lucila Amato es alumna de la Santa Justina de Alvarez, contó que “los profesores les ofrecieron participar”, pasaron la prueba escolar y siguieron estudiando por más.
Es Diego Cubillas, de la Escuela 251, quien explicó cómo se organizan por categorías y contó que se sentía confiado con su prueba.
“Lo mejor de estas olimpíadas es salir de la escuela, conocer otros chicos y realidades”, aseguró Narella Tononi de la Escuela 413 de Alvarez. Lo singular de esta participación es que desde este ciclo muchos chicos que se sumaron a la competencia no tienen geografía como materia curricular. Igual en todos los casos, la organización les provee de material de estudio.
“Pienso que lo que estudiamos para las olimpíadas me va a servir, aunque no tenga la materia, porque el año que viene tengo ecología. Además puedo conocer otros chicos, compartir”, valoró Sofía Bonesso de la Escuela 362 de Monje. Magdalena Vargas, de primer año de la 251, encontró otra motivación en el certamen: “Yo ya sé que me gustaría estudiar el profesorado en geografía”.
Detrás de los participantes están los profesores, los que siguen de cerca que no se pierdan las ganas de estudiar más allá de los resultados. “Es importante que los chicos aprendan geografía porque es cultura general, porque conocen el medio que los rodea, todo está vinculado a la disciplina”, coincidió el grupo de docentes que esperaban por sus alumnos, eran María de los Milagros Vázquez, Verónica Pradella y Grisel Gallina, sobre el valor de la materia.