La presidenta Cristina Kirchner decidió volver a imprimirle un estilo más íntimo a sus redes sociales. Sugiere tuits, supervisa todo lo que se dicen por ese canal, dicta algunos y hasta dice que ella misma subió una foto a su Facebook. ¿Qué pasó para que de repente la mandataria volviera a escribir con frenetismo decenas de tuits por minuto? El cambio radical se debió a una interna que surgió con la empresa que le administra cada uno de sus movimientos en el mundo 2.0, Dogo Creativo. La presidenta se enteró de que la firma había subido a su portfolio de clientes su imagen, junto a la de Juanes, Leandro Pena (el bañero de Marley), Bank of América, entre otros, y “le agarró un ataque”, según confiaron fuentes oficiales. “Ese gesto cayó pésimo en gobierno y a partir de entonces se puso a tuitear ella misma”, agregaron. La marca indiscutible de CFK puede verse con claridad en sus tuits sobre el asado de Alak en la ex Esma, la réplica a Ricardo Darín, la fragata Libertad y su viaje a Cuba.