Trastornos cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cánceres son
algunas de las enfermedades más prevalentes en el país asociadas con la mala alimentación. Para
revertir este panorama, el vicepresidente del Colegio de Dietistas, Nutricionistas-Dietistas y
Licenciados en Nutrición de la provincia, Guillermo Pablo Scarinci, considera que los licenciados
en nutrición cumplen un rol fundamental para optimizar la salud de la población. Sin embargo,
enfatizó, "hoy no están insertos en los equipos médicos por ser una profesión joven y el poder
hegemónico lo tienen los endocrinólogos".
Los licenciados en nutrición están capacitados para indicar planes alimentarios
personalizados, ya sea para la población sana o enferma (dietoterapia), adaptados al grupo etario,
la condición socioeconómica, los hábitos, la cultura y la patología.
También pueden intervenir en las escuelas, las políticas de alimentación y las
industrias del rubro (están capacitados para los rotulados nutricionales).
La creación de un plan alimentario acorde a cada persona lleva tiempo y requiere
conocerla bien. "Una consulta demora unos 40 minutos o más", agregó Scarinci. Deben trabajar en
forma conjunta con el médico clínico. Previo al diseño de una dieta el licenciado en nutrición
requiere de un médico para la indicación de análisis bioquímicos del paciente con el objetivo de
estudiar el estado de salud general.
¿Qué evalúa el licenciado en nutrición durante la consulta? En primer lugar
realizan una valoración clínica: con observar la piel y el pelo ya pueden saber si hay carencia de
algún nutriente. Además hacen un diagnóstico antropométrico: evalúan el peso, la talla y la
circunferencia abdominal para obtener el índice de masa corporal.
Luego leen los estudios bioquímicos pedidos por el médico: cómo está el
colesterol, los triglicéridos y la glicemia, entre otros. Y efectúan la valoración alimentaria:
preguntan al paciente acerca de cómo se alimenta, en qué horarios, cuáles son sus gustos y piden
que anote qué come.
Evitar riesgos. A la hora de buscar un plan alimentario, ya sea por
enfermerdades o para adelgazar, es fundamental elegir un profesional idóneo. De lo contrario la
persona puede exponerse a riesgos si no son tenidos en cuenta sus problemas de salud.
Para evitar inconvenientes, Scarinci recomienda asesorarse acerca del título del
profesional. "Si tienen dudas, pueden llamar al Colegio de Dietistas de Santa Fe para averiguar si
está matriculado", dijo el licenciado, quien explicó que la institución se ocupa de otorgar las
matrículas habilitantes. "Los ingenieros en alimentos y los bioquímicos no están capacitados para
diseñar una dieta", agregó.
El licenciado cuestionó las dietas que prometen resultados rápidos (algunas con
el uso de medicamentos) porque sostiene que cuando no hay cambios de hábitos y una educación
alimentaria adecuada los kilos se vuelven a subir.
Tampoco considera efectivas a las dietas disociadas (en base a un tipo de
comida) porque el cuerpo requiere de nutrientes variados; ni las pensadas en base al grupo
sanguíneo.
De acuerdo a su experiencia, lo ideal es elaborar un plan alimentario adecuado a
cada persona para que reduzca los kilos en forma paulatina (400 gramos por semana). El régimen debe
ser variado y sin prohibiciones. Aconseja regular la cantidad de comida e incorporar la actividad
física, que es fundamental.
Por último resaltó la importancia de la educación alimentaria.
"Hay que inculcarles a los chicos el consumo de frutas y verduras, y el
ejercicio físico", recomendó Scarinci, para quien de esta manera pueden tener una vida más
saludable y así evitar las enfermedades asociadas a la mala alimentación.
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