Una maniobra increíble se investiga en San Lorenzo, donde una mujer que dijo ser tarotista y vidente engañó al menos a tres clientes y les sacó 98 mil, 150 mil y 100 pesos, respectivamente, y luego desapareció del departamento donde los atendía para darse luego a la fuga.
El primer hecho fue denunciado primero por Walter César S., de 46 años, quien manifestó que por problemas personales recurrió a una mujer que se dijo llamar Luciana Angeles, presuntamente vidente y dedicada al Tarot.
Según fuentes del Ministerio Público de la Acusación, el hombre se contactó telefónicamente con el número que la mujer había divulgado y desde allí le indicaron que se dirigiera al un domicilio de avenida San Martín al 1000, en pleno centro de San Lorenzo, donde atendía la vidente.
Allí se encontró con la mujer, de aproximadamente 40 años y con acento chileno, quien le pidió para curar sus males la suma de 98 mil pesos. Ese dinero, según le prometió, sería sometido a una "curación" y devuelto al día siguiente. Sin embargo, al regresar al domicilio, la víctima se encontró conque la casa estaba deshabitada.
Podría no haber delito
La denuncia fue radicada el miércoles en la Comisaría 1ª de San Lorenzo, y el caso quedó en manos del fiscal Leandro Lucente, quien evaluará los datos aportados.
Ocurre que, si la persona entregó el dinero voluntariamente, no habría delito, salvo que se pueda probar que había una promesa de contraprestación concreta por parte de la presunta estafadora, o que hubo un ardid para quitarle a la víctima involuntariamente su dinero. También hay que establecer si hubo algún tipo de convenio escrito o si fue todo de palabra, entre otras cuestiones.
No obstante, todos estos elementos tendrán que ser evaluados por el fiscal de acuerdo a los testimonios de las víctimas. Porque el primer denunciante no fue el único. Una mujer de 60 años también se presentó en la policía diciendo que había sido estafada por la misma vidente, a quien identificó con el mismo nombre que le dio a la anterior víctima, pero esta vez el supuesto ardid fue por la increíble suma de 150 mil pesos.
Según pudo saberse, la mujer visitó a la vidente en cuatro oportunidades para "sanar" problemas personales, y en cada encuentro pagó mil pesos de consulta.
En este caso, la presunta estafadora le habría dicho que para "acelerar" la sanación tenía que llevar 150 mil pesos, con la particularidad de que debía ser colocada en una olla. Al igual que el primer denunciante, la víctima debía volver al día siguiente a retirar el dinero. Y del mismo modo, se encontró conque la tarotista se había esfumado.
Y ayer, un nuevo denunciante, cuya identidad no trascendió, hizo saber que la mujer le pidió 100 mil pesos.
Muy extraño
Para el fiscal, que mantiene por el momento mucha prudencia, resulta sumamente extraña la mecánica pero sobre todo los montos que estuvieron en juego, ya que nadie va con tanta facilidad y deja, aunque sea por una promesa, semejante cantidad de dinero a una desconocida. De todos modos, todos los casos son objetos de una investigación que recién comienza.
Según los denunciantes, la supuesta vidente es chilena, de tez blanca, 1,70 metro de altura y excelente vestir, según lo denunciado.
El problema radica en que el departamento que utilizó para montar el negocio habría sido alquilado sin contrato y pagado con anticipación, por lo que se desconocen sus datos filiatorios. Allí se instaló con un hombre, presuntamente su esposo, y dos niños, aunque esto también deberá ser corroborado por el fiscal, que comenzará a tomar los testimonios correspondientes.
Los investigadores presumen que la estafadora habría comenzado a operar en la región hace más de un mes, y se sabe que se dio a conocer a través de folletos repartidos en la calle, y hasta en algunos medios de comunicación locales. Probablemente su permanencia en un lugar, acompañada por su perfil, colaboraron para ganarse la confianza de algunas víctimas.