Las abogadas querellantes Gabriela Durruty, Jesica Pellegrini y Luciana Censi solicitaron a la Justicia que el ex capellán policial y ex cura párroco de Casilda Eugenio Zitelli sea imputado por tres casos de privación ilegal de la libertad agravada y tormentos, en perjuicio de Enrique Grigioni, Martín Grigioni y Gustavo Actis. Además reclamaron que sea detenido para garantizar que no se profugue. Esta solicitud se enmarca en la megacausa por crímenes de lesa humanidad cometidos por la patota del ex jefe policial Agustín Feced.
Las representantes legales de sobrevivientes del terrorismo de Estado y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) destacaron que "conforme surge de las declaraciones testimoniales brindadas por Enrique Grigioni, Martín Grigioni y Gustavo Actis" entre diciembre de 2015 y mayo de 2016 "los imputados en la causa deben ser indagados por los delitos sufridos por los nombrados".
"De la simple lectura de las mismas se pone de resalto la responsabilidad de los integrantes hasta ahora identificados de la denominada patota de Feced en sus respectivos cautiverios, en muchos de los casos identificados directamente por las víctimas mediante los alias utilizados en el centro clandestino, probados todos ellos por numerosísimos testimonios brindados durante los 122 cuerpos de la causa", resaltaron.
Actis declaró que en su proceso de "blanqueo", Zitelli le dijo que él "tenía el alma liberada porque había pagado mis culpas y esperaba que mi mente no cometiera el pecado de ir por un camino equivocado". Las abogadas consideraron que "estas palabras, dichas por un sacerdote, luego de que aquel fuera secuestrado y atormentado en el marco del terrorismo de Estado, son una clara muestra del rol que aquel cumplía en la patota".
En igual sentido, Enrique Grigioni declaró: "Zitelli me dijo que tenía que colaborar para no sufrir las consecuencias". El escrito presentado a la Justicia recuerda que "está acreditado que Zitelli se desempeñó como capellán de la policía en los años 70 y hasta el inicio de la democracia, donde funcionó el centro clandestino de detención en dependencias del Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario". Añade que "en dicha función, participó de las misas, confesiones y entrevistas con los detenidos y detenidas en la mencionada dependencia, en su carácter de capellán de la policía, de lo cual resultaría una pieza más para el funcionamiento y sostén del mecanismo represivo existente en ese sitio".
Además, los querellantes solicitaron la detención de Zitelli. "Entendemos que el procesado debe ser imputado por los tres nuevos casos objeto del presente pedido, y detenido para garantizar que no se sustraiga a la acción de la Justicia", plantearon y recordaron que "la Cámara Nacional de Casación Penal ya interpretó que la peligrosidad del encartado había sido mal evaluada por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario y en consecuencia la misma revocó la excarcelación oportunamente concedida".
Peligro de fuga. "Tememos que el imputado se profugue, tornando ilusorio el proceso de verdad y justicia que lo tendrá como imputado, estando a las puertas de un juicio oral, con dos procesamientos en curso y numerosas víctimas esperando por justicia", aseguraron en el escrito.
Zitelli fue procesado en 2012 como partícipe necesario de 9 casos de privación ilegítima de la libertad agravada y como coautor del delito de asociación ilícita, en mayo de 2013 también se lo procesó por cinco casos más de privación ilegítima de la libertad agravada. El ex capellán, recuerdan las letradas, se encuentra imputado en la tercera elevación a juicio oral de la megacausa Feced "por lo cual su participación reviste el grado de probabilidad necesario para procesar, excediendo en mucho la sospecha necesaria para indagar" por estos nuevos casos.