"En la escuela nos enseñaron para qué servía un árbol. Y ahora resulta que estamos aprendiendo que nos inundamos, entre otras cosas, por la brutal desforestación que ha sufrido nuestro territorio". Con esa idea tan simple, Mario Parodi, integrante del Club Huella Ecológica de Funes, grafica la importancia de plantar especies, la necesidad de forestar y de que la comunidad asuma al compromiso de exigírselo a las autoridades.
Parodi vuelca estos conceptos a pocos días de realizarse, entre el 1º y el 3 de septiembre próximos, una serie de actividades por el Día del Arbol —que se celebra hoy—, que involucrarán a vecinos de Fisherton, Funes, Roldán y Carcarañá. Jornadas en las que habrá plantaciones de ejemplares, feria orgánica, caminatas, chipeado de ramas, charlas magistrales y números artísticos.
El Club de Huella Ecológica funciona en Funes desde 2014. Lo hizo primero como taller y después se convirtió en esta ONG que se amplió a otros territorios. En Roldán tiene un desarrollo interesante, y en Rosario tomó impulso desde la Integral de Fisherton, de la mano de una docente, Silvana Velazco, y el grupo Punamé ("Por un ambiente mejor"). En Carcarañá, ya hay gente que se suma a la propuesta, en una ciudad donde hay "un maravilloso río con basurales en sus costas, que queremos erradicar y convertir en bosques", cuenta el activista. En Funes, trabajan fundamentalmente sobre dos temáticas, que se traducen en sendas actividades anuales. El tratamiento de los residuos y la necesidad de fomentar la forestación.
"Huella Ecológica es un concepto para medir el impacto de distintas actividades sobre el medio ambiente y empezar a trabajar para tomar medidas. Lo usan grandes empresas, pero si lo adoptan las comunidades puede tener un fuerte impacto", dice Parodi.
Y en este sentido, proponen que los ciudadanos organizados generan una conciencia básica y empujen a los gobernantes a gestionar y articular políticas. En el caso de la actividad programada, de un modo festivo, aunque con un espíritu crítico e interpelativo.
"Carcarañá no tiene encargado de Medio Ambiente; Roldán, tampoco, y en Funes hay pero creemos que no hay gestión. Estamos trabajando para que los gobernantes trabajen, y para que los ciudadanos se organicen se los exijan. Tan simple como eso, decirle a los gobernantes que planten árboles", razona.
Limoneros
Y abunda: "Es una locura traer limones de Tucumán cuando en cualquier patio de Funes, Roldán o Carcarañá podemos plantar limoneros. ¿Por qué no tener un monte de cítricos en la zona? ¿Por qué no tener ejemplares de pecán? La nuez de pecán es uno de los alimentos más maravillosos que tenemos, y esta región es espectacular para plantarlo".
Lamentablemente, no cuentan con estudios técnicos que den cuenta en qué medida se ha afectado al árbol en la región, pero los integrantes de Huella Ecológica no necesitan más pruebas que las que aporta la realidad tangible: el avance del monocultivo, la impermeabilización de los suelos y el escurrimiento del agua sin freno natural por falta de absorción, el calentamiento global, el cambio climático y las inundaciones. "¿Qué más estamos esperando para darnos cuenta de que hay que hacer algo?", se preguntan.
Mientras tanto, trabajan en la promoción de nuevas plantaciones con un criterio de biodiversidad, y en el uso de los residuos que generan los mismos árboles en la generación de energías alternativas. "El chipeado de ramas es una fuente de energía, y es una de las actividades que se van a hacer en estas jornadas", cuenta Parodi. Y también buscan declarar el Día del Arbol como fiesta provincial primero, con la mirada a que se establezca como Fiesta Nacional. "Santa Fe tiene 80 fiestas provinciales, pero ninguna que tengan un carácter tan profundamente ambiental", advierte.
Ahora, están trabajando para convertir un basural en mirador, posta de ciclistas y centro de chipeado. Está en Tomás de la Torre y José Hernández, a la altura de la garita 15, y se llamará "Mirador Adultos Mayores", después de que estratégicamente convocaran a esa área del municipio a colaborar. "Estamos agregando —dice el ambientalista— un valor enorme al lugar", donde el sábado próximo, 25 abuelos irán con sus nietos a plantar árboles. Parodi lo piensa en estos términos: "Hace mucho que está arraigada la idea de que para realizarse como ser humano hay que tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Esto último (que por otra parte es lo más fácil) hay gente que lo hará por primera vez en su vida. Y quizás sea una de las cosas más maravillosas que haga".
No lo dudan
En Funes conviven el sector público, el privado, las instituciones, los vecinos y además los visitantes, que "triplican la población los fines de semana". Y acotó Parodi "en término de huella ecológica, el impacto de esa afluencia es totalmente desmedido. No hay forma de minimizarlo si no es a través de generar una cultura ambiental".