Un hombre de Los Molinos denunció penalmente a su madre de haberlo abusado sexualmente durante su infancia, lo cual le provocó problemas psicológicos. Los profesionales que le recomendaron recurrir a la Justicia para verbalizar lo sucedido como una forma de "sanación".
Adrián N., de 44 años, asegura que desde los 8 hasta los 14 años fue víctima en reiteradas oportunidades de acciones contra su integridad sexual por parte de su progenitora, que hoy tiene 70 años y para quien, el mes pasado, ya había requerido con éxito una prohibición de acercamiento en el Area de Investigación de Violencia de Género, Sexual y Familiar.
Según consta en el escrito presentado ante el Ministerio Público de la Acusación de Casilda por el denunciante, con el patrocinio legal del abogado Paul Krupnik, los abusos de los que habría sido víctima cuando "era un pequeño" sucedieron en la casa donde convivía con su familia en Casilda.
A causa de ello, afirma que le quedaron "secuelas" psíquicas de "una profundidad de tal calibre que sólo después de años de terapia y tratamiento psicológico y psiquiátrico me encuentro en condiciones de ponerlas en conocimiento (de la Justicia)", explicó.
Y en ese marco, asegura que la decisión de denunciar a su madre, Stella Maris G., no está inspirada en "un ánimo de revancha o venganza", ni busca que vaya a prisión, sino que se funda, por un lado, en "la tentativa de sanación a través de la verbalización ante la autoridad pública de estos hechos aberrantes" y, por el otro, "la procura de que el Estado pueda, a través de sus órganos, brindarle (a ella), aún de modo compulsivo, un tratamiento psiquiátrico efectivo".
Asimismo, admitió que, más allá de la avanzada edad de su mamá, le "perturba la idea de que algún otro niño pueda ser víctima de los abusos y padecimientos que tantas cicatrices emocionales me dejaron".
Vergüenza y enojo
La supuesta víctima recordó que cuando tenía 8 años su madre se desnudaba frente a él y lo "obligaba" a "mirarla", por lo que, pese a producirle "vergüenza", le obedecía al creer que "todo lo que venía de ella era lo correcto".
También asegura que le exigía bañarse con ella para tocarle su pene entre otras perversidades que padeció en la intimidad del hogar familiar, además de ser amenazado para que no le contara a nadie lo sucedido y especialmente a su padre, quien falleció hace tres años.
"Nunca pude descifrar el significado de lo que ocurría, pero predominaba la vergüenza y la culpa", reveló la víctima, y contó que entre los 12 y 14 años, su madre lo hacía acostar con ella en la cama para manosearle su miembro viril y masturbarse lo que —asegura— ya no sólo lo avergonzaba, sino que también lo "enojaba".
El denunciante refirió que al exteriorizar sus padecimientos le comenzaron a "aflorar recuerdos" perturbadores que le permitieron inferir que también en las prácticas abusivas "existió penetración".
También reveló que tales sometimientos afectaron su personalidad desde la adolescencia, al punto de "vivir abstraído" y hasta sentir una "carga de culpa" cuando mantenía una relación sexual con una mujer. Incluso, infirió que nunca llegó a tener un vínculo fluido con su padre porque la madre "generaba conflictos entre nosotros y luego aparecía como contemporizadora. Hoy deduzco que (lo hacía) para provocar el alejamiento entre (él) y yo para asegurarse que nunca le contara lo que me hacía".
Adrián N. aseguró que cuando buscó ayuda profesional la madre intentó interferir, al punto que con el tiempo descubrió que concurría a la misma psiquiatra que lo atendía a él. Además de intimar a la facultativa por lo ocurrido dejó de atenderse, porque "una misma profesional de la salud mental no puede simultáneamente brindar asesoramiento a víctima y victimario de delitos sexuales".
Al recurrir a otro especialista, asegura que su madre comenzó a "intimidarlo", por lo que solicitó medidas. Y ahora interpuso una acción legal para que se investiguen los hechos denunciados, que "configuran un sometimiento gravemente ultrajante".
En ese contexto solicitó que "se adopten medidas curativas que la pongan a resguardo (de su propia salud) y eviten perjuicios a terceros" al entender que su madre "es una persona con una patología mental grave".
Medidas
El caso está en manos de la fiscal, Lorena Aronne, quien dispondría que la presunta abusadora sea evaluada por un equipo de salud mental a fin de actuar en consecuencia, y daría intervención al Juzgado de Familia para que se ocupe de instrumentar las medidas de restricción que correspondan a fin de garantizar que la supuesta víctima deje ser hostigada por su madre y no se acerque para desarrollar sin inconveniente su tratamiento.
Fuentes consultadas por La Capital indicaron que "se iniciará un investigación preliminar sin perjuicio de ser advertida una problemática de índole sociofamiliar", lo que significa que lo denunciado excede el marco penal, más aún cuando ya transcurrieron 30 años del presunto hecho.