La Academia Argentina de Ciencias del Ambiente manifestó la necesidad de incrementar la protección de los humedales, ecosistemas delicados que garantizan biodiversidad y además sirven como reguladores naturales de los pulsos de agua.
Por Jorgelina Hiba
La Academia Argentina de Ciencias del Ambiente manifestó la necesidad de incrementar la protección de los humedales, ecosistemas delicados que garantizan biodiversidad y además sirven como reguladores naturales de los pulsos de agua.
"Queremos llamar la atención de la ciudadanía y de las autoridades nacionales, provinciales y municipales sobre la necesidad de evitar las acciones que producen daños en humedales del territorio nacional, como el Bañado La Estrella en la cuenca del Río Pilcomayo, los Bajos Submeridionales de Santa Fe, los Esteros del Iberá en Corrientes, y particularmente en el mosaico de humedales del Delta del Paraná y las costas de los ríos Paraná de las Palmas, Luján y Reconquista, con severos perjuicios al sistema ecológico de la región", dice el comunicado.
Los ambientalistas insistieron con esto pocos días después de que numerosas localidades santafesinas y bonaerenses volvieran a sufrir inundaciones tras las fuertes lluvias que cayeron en la región hace una semana, un fenómeno agravado, entre otras cuestiones, por la mala gestión de las cuencas de los ríos de llanura, donde el avance de la frontera agrícola y también de los desarrollos inmobiliarios generan la destrucción de esos ambientes.
Así lo expresó con claridad la Academia, que menciona "la construcción de endicamientos y terraplenes para establecer o expandir las urbanizaciones, la forestación generalmente con especies exóticas y la producción agropecuaria" como fenómenos que ponen en "grave riesgo" la provisión de servicios ambientales con perjuicio para la población actual y riesgos para la estabilidad del sistema social, económico y ecológico.
De manera puntual, la declaración de la entidad apunta contra "el avance descontrolado" de la urbanización en el Delta del Paraná y de las costas de los ríos Paraná de las Palmas, Luján y Reconquista entre otros, que han tenido como consecuencia "la alteración de sus cursos y de sus planicies naturales de expansión, cuya función es la protección ante el crecimiento de los caudales".
Consecuencia: inundaciones
En ese punto, los expertos destacan que fue la ausencia de esa protección natural "la que provocó las inundaciones recientes. Se han hecho urbanizaciones por sobre la cota de los distintos lugares, se han edificado viviendas y construido pólderes y rellenos. Hay además ocupación indebida del espacio público en los caminos de ribera y contaminación del agua freática por excavaciones".
Los especialistas denunciaron la ausencia de políticas y medidas de ordenamiento territorial, y recordaron que todavía no existe legislación respecto a presupuestos mínimos para la protección de los humedales. Todo esto a pesar de que existe un compromiso ya adquirido por parte de la Nación en virtud del artículo 3º de la Convención de Ramsar.
"Frecuentemente estos hechos se han producido con la complacencia, la negligencia o el apoyo de autoridades municipales y provinciales, y sin la debida intervención de las autoridades federales que corresponde por tratarse de asuntos interjurisdiccionales", afirmaron los miembros de la academia, que resaltaron que esas ingerencias del hombre sobre el espacio y los recursos públicos "interfieren los derechos de la población cuyo hábitat resulta afectado por la contaminación y la alteración del ciclo hídrico".
Por esos motivos de decidieron a hacer este "llamado urgente" a los poderes públicos para que finalmente "regulen e implementen la debida protección de los humedales".