Rocío Piedrabuena, la única sobreviviente de la tragedia que enlutó a Timbúes el 12 de este mes y que se cobró la vida de tres jóvenes, mostró en las últimas horas una mejoría en su cuadro clínico, que de todas maneras es de gravedad, pero ahora permite avizorar el comienzo de una evolución favorable.
La joven ingresó al Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, el 12 de mayo pasado con "un cuadro gravísimo, con politraumatismo con fractura de ambos miembros inferiores en tibia, peroné y pelvis, un traumatismo de tórax cerrado y traumatismo craneoencefálico grave", explicó el director de ese centro asistencial, Ariel González.
Rocío estuvo en coma, en parte inducido por los fuertes analgésicos y también por el traumatismo neurológico, con asistencia mecánica respiratoria, pero la buena noticia es que en las últimas horas abrió los ojos y comenzó temporalmente a conectarse visualmente con su entorno.
El facultativo confirmó a LaCapital que Rocío "viene evolucionando bien, lento pero bien, sigue siendo muy grave —advirtió— pero se puede decir que está controlado lo relacionado con posibles cuadros de infecciones que puedan aparecer como complicaciones". Añadió que "tuvo una leve mejoría, se conectó con el medio, abrió los ojos en las últimas 48 horas y está con esa evolución favorable".
La joven padece los efectos de las lesiones a nivel neurológico y también las fracturas, de las cuales algunas "vienen estabilizadas y van a resolver solas, mientras que otras requerirán cirugías en el futuro", indicó González, y agregó que "lo que requiere es ir mejorando su cuadro en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y se le sacó el respirador hace 48 horas", por lo que "si todo anda bien, se la va a derivar a un sanatorio privado en un par de días".
El salto en su mejoría lo marcó que Rocío "abrió los ojos y se conecta desde la vista", señaló el director del Eva Perón, y evaluó que "es un milagro que se haya salvado" tras el accidente.
La tragedia
Rocío es la única sobreviviente de la tragedia que enlutó a Timbúes el sábado 12 de este mes, cuando viajaba con otros tres jóvenes (dos varones y una chica) y un choque frontal se cobró la vida de tres de ellos.
Tal como lo publicó LaCapital en su edición del domingo 13, el accidente se produjo en un camino paralelo a la autopista Rosario-Santa Fe. Fue a las 5.30 de aquel sábado fatídico, cuando los jóvenes, que viajaban en un Fiat Super Europa, se estrellaron de frente contra un minibús Mercedes Benz Sprinter, utilizado para el traslado de operarios pero que ese momento sólo era ocupado por el chofer. Brandon Zárate, de 19 años, iba al volante del auto, junto a Noel Alejandro Ruiz, de 20, que ocupaba el asiento delantero del acompañante. Ximena Ayelén Díaz (19) y Rocío iban atrás. Al parecer, volvían de un cumpleaños en Puerto San Martín, y lo hacían por la ruta paralela que une ambas localidades, seguramente porque es más tranquila y menos transitada que la autopista. Pero la desgracia se les vino encima.
Por el violento impacto, Brandon, Noel Alejandro y Ximena perdieron la vida. Rocío Nair, de sólo 17 años, fue trasladada al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria con fracturas múltiples de fémur y fracturas múltiples en las piernas, traumatismo de tórax y un traumatismo de cráneo severo. Durante las jornadas posteriores al accidente, la situación de la chica estuvo rodeada de incertidumbre.
El accidente cubrió de luto a la localidad de Timbúes, donde vivían las tres víctimas fatales y reside Rocío. Las muestras de dolor y desconsuelo fueron la constante durante todo aquél sábado, no sólo en las calles de la localidad, sino en las redes sociales. Y la Comuna decretó asueto administrativo a partir el 14 de mayo, y tres días hábiles de duelo oficial para toda la administración pública, con la convicción que el hecho luctuoso "afectó a la comunidad timbuense en general".
Ahora, aunque hay que aclarar que su estado sigue revistiendo gravedad, las novedades en torno a la evolución de Rocío abren una esperanza.