Cuando Antonia López se reconoció en la foto donde le entrega un ramo de flores a su querida Señorita Olga saltó de alegría. Los recuerdos de su paso por la Escuela Carrasco regresaron infinitos y desordenados. Sin embargo, tenía muy presente que esa imagen había sido tomada cuando ella era alumna de la primaria de barrio Alberdi y en el Día de la Primavera de 1941.
Antonia llevaba siempre un moño blanco sobre su cabello, que se lo colocaba su mamá para ir a la escuela. En esa ocasión fueron jazmines. "Tenía 11 años, era muy alta para esa edad, casi de la misma altura que las maestras. Los chicos me trataban de usted por lo grande que era. Creo que eso despertó en Olga una mayor afinidad conmigo, yo sabía que ella me quería porque estaba descolocada con respecto a los demás", contó siempre agradecida con el amoroso gesto de la maestra.
Antonia hoy ya no está. Pero dejó su testimonio sobre esa imagen que se replica cada vez que se comparte el proyecto educativo de las hermanas Olga y Leticia Cossettini, desarrollada entre 1935 y 1950, en la llamada Escuela Serena. En aquella entrevista destacaba la pasión que Olga sentía por la fotografía, también que no la recordaba "en ninguna tan linda". La maestra de grado de Antonia había sido Leila Buzzi, a quien La Señorita Olga y la nena con flores también nombró con especial reconocimiento.
De esa foto de guardapolvos y jazmines, se sucedieron en Antonia las imágenes de la Señorita Olga invitando a jugar alrededor del ceibo del patio escolar y disfrutar del arte en su más bella expresión: "En la escuela conocí a Gabriela Mistral, a Juan Ramón Jiménez y al titiritero Javier Villafañe. Muchas veces nos visitaba Margarita Xirgú, que nos recitaba y terminaba con más de la mitad de su cuerpo cubierto de flores que nosotros le arrojábamos".
También Antonia, la nena de la foto, se dio un tiempo en la charla para valorar cómo estas educadoras entendían el respeto hacia la infancia: "Un día Olga citó a un padre que le pegaba a su hijo. Conversó con él y lo despidió diciéndole «Al niño no se lo castiga, se le habla, se le pregunta el porqué de su comportamiento»".