“La prioridad la tenía Central”. Hizo falta que la negociación llegara a su fin, con un desenlace positivo de acuerdo a sus pretensiones, para que Mauricio Martínez, otro de los refuerzos canallas, se sienta a gusto, con ganas de enfrentar el desafío que se le presenta. Todavía no se calzó la ropa de fajina, pero ya empezó a dar pasos como nuevo jugador auriazul, después de un par de semanas que tomó “con calma”, pero que lo mantuvieron expectante por todos los virajes, marchas y contramarchas de la transferencia. Desde ayer el volante central está en Rosario. Llegó horas después del mediodía, se juntó con su representante, Ricardo Schlieper, y hasta se hizo un tiempo para pasar por la sede de calle Mitre, donde firmó el contrato por tres años. Hoy por la mañana se hará la revisión médica y por la tarde ya se entrenará en Arroyo Seco. En el medio de ese itinerario se prestó al diálogo con Ovación, en el que volcó sus sensaciones de lo que será, según sus propias palabras, “una linda experiencia”.
“Por supuesto que estoy mucho más tranquilo. Fueron dos semanas en las que hubo muchas idas y vueltas, que se hacía, que no se hacía. Hoy la sensación es de alegría por estar ya en Rosario a punto de firmar el contrato”, destacó Martínez, uno de los primeros futbolistas apuntados por Coudet y quien debió hacer un gran “esfuerzo” para transitar esos días de incertidumbre.
“Sinceramente lo tomé con calma, pero llegó un punto en que sentí que me empezaba a jugar en contra porque no sabía si se iba a concretar o no, aunque es algo que le puede suceder a cualquier jugador. Por suerte mi representante trabajó al máximo para que se pueda dar el pase”, destacó el futbolista de 23 años nacido en Santo Tomé.
—¿Fue difícil mantenerte al margen, porque en el mientras tanto te debías a Unión?
—Siempre me mantuvieron al tanto de cómo iban las negociaciones, pero hasta que no estuviera nada definido con Central, mi cabeza estaba puesta sólo en Unión. Iba a entrenar todos los días con las mismas ganas, como debe ser. Anoche (por el martes) me llegó el llamado de mi representante y a partir de ahí fue todo color de rosa. Ahora sí puedo decir que mi cabeza está puesta en Central.
—¿Y qué sentiste cuando apareció ese llamado?
—Y, lo estaba esperando porque vengo de hacer un semestre bastante bueno. Sabía que podía haber ofertas de varios clubes y entre esos apareció uno muy grande como lo es Central. Es un orgullo que me hayan buscado. Y con ese llamado lo que sentí fue mucha tranquilidad por esas semanas que fueron realmente para el olvido.
—¿Qué significa esta posibilidad de Central en este momento de tu carrera, pero sobre todo por lo que viene haciendo el equipo de Coudet en los últimos torneos?
—La verdad es que me sorprendió un poco el llamado, que fue una semana antes de empezar la pretemporada con Unión. Me dijo que me quería en su equipo, que necesito mejorar muchas cosas. Lo importante era que estaba interesado en mí.
—¿Los desafíos personales van a ir de la mano con lo colectivo?
—Lo primero que tengo que hacer es conocer a mis compañeros porque trato de ir día a día. Primero tengo el tema de los Juegos Olímpicos, pero en Central trataré de hacer lo mejor para que me vaya bien a mí y por supuesto también al equipo.
—Está claro que esa persona que te llamó fue Coudet.
—Si, por supuesto que es Coudet.
—Torsiglieri dijo hoy (ayer) a la mañana que lo llamó muchas veces y que el principal responsable de su llegada es el Chacho, ¿con vos cuántas veces fueron?
—Sinceramente me llamó una sola vez, pero al que le rompía el teléfono era a mi representante todos los días para ver cómo estaba el tema. Y el futbolista, al menos en mi caso, se fija mucho en ese tipo de cuestiones.
—Desde Santa Fe, ¿qué veías de Rosario Central?
—Veía un grupo unido, pero un equipo que jugaba un muy buen fútbol, con un Cervi y un Lo Celso que manejaban el equipo, un Musto que ordenaba todo en el medio y que atrás tenía dos grandes jugadores como Pinola y Donatti. Siempre me pareció un equipo muy compacto, en el que corren, presionan y juegan todos.
—¿Te sorprendió que te llamaran varios clubes?
—Me llamaron Central, Racing y Lanús, pero la prioridad la tenía Central, sabiendo que es una institución muy grande. Es una gran responsabilidad y sé que es un club en el que no tenés margen de error. Elegí a Central porque nos convenía a todos, pero sobre todo porque pusieron las fichas en mí desde el principio. Hicieron mucha fuerza para traerme y por eso la intención siempre fue venir acá.
De la buena técnica, a correr y recuperar
Si hay algo que caracterizó a Mauricio Martínez en los últimos torneos es que estuvo prácticamente todos los minutos en cancha. No muchos reparan en ese dato, que quizá pudo haber sido importante para Coudet.
No obstante, su momento futbolístico vale más por la calidad de juego que supo aportarle al mediocampo del tatengue. ¿Cuáles serían las palabras que él mismo pondría sobre la mesa a la hora de hablar de sus principales características? “Soy un jugador con buena técnica, que va bien de arriba y que le gusta correr y recuperar rápido la pelota. Más allá de eso estoy a disposición del técnico para donde me quiera poner, que puede ser tanto en el mediocampo o como marcador central, ya que debuté en esa posición”, dijo Caramelo, como lo apodan.
—¿Pero de volante central es donde mejor te sentís?
—Pasa que es mi puesto natural. En Unión tuve la posibilidad de jugar por la derecha y lo hice sin problemas y hasta de marcador de central como te decía. Pero ahora pienso en entrenar y después será Coudet quien decida.