"Esto no es homicidio culposo, es doloso". Así definió ayer para LaCapital el abogado Marcos Cella el caso de la muerte del joven Franco Monzón, quien fue atropellado por una camioneta mientras participaba de un piquete en Villa Gobernador Gálvez, en solidaridad con los familiares del asesinado remisero Horacio Colberg.
Franco Monzón, un joven de 19 años fue atropellado por una camioneta cuyo conductor luego huyó. El muchacho falleció el domingo en horas de la tarde en el Hospital Clemente Alvarez, pocas horas después que Colberg y el hecho también se ubicó a la cabeza de la información de la región.
LaCapital dialogó con Marcos Cella, el abogado de la familia Monzón, quien aunque señaló que las autoridades están investigando lo ocurrido, "el fiscal de homicidios actuante en la causa me expresó que todavía nadie está imputado, no se secuestró tampoco ningún elemento relacionado con el hecho ni nadie se presentó".
El letrado expresó que la familia de Franco recibió información de que algunos testigos del hecho alcanzaron a tomar la patente del vehículo, dato que luego les fue requerido por la policía, la que inició una intensa búsqueda que hasta ayer había resultado infructuosa. También, indicó, fueron numerosos los vecinos dispuestos a identificar al responsable del vehículo, quien según trascendió viajaba junto a una mujer y otros pasajeros.
El joven de 19 años era hijo de un pastor evangelista y como vendedor ambulante de pan contribuía a la economía familiar, y ese día estaba en el piquete ubicado en el ingreso a la ciudad de calle San Martín (de Villa Gobernador Gálvez) y avenida de Circunvalación. Según trascendió, fue atropellado violentamente por una camioneta —presumiblemente una Toyota Hilux— que producto del impacto lo habría elevado por el aire. El cuerpo luego cayó sobre el capot y de allí fue al piso donde lo arrolló. Los demás integrantes del grupo gritaron para que se detuviera pero igualmente el hombre lo arrastró —según los testigos— por lo menos 20 metros hasta pasarle por arriba y huir. "Eso está filmado", enfatizó Cella desde la querella.
Demencial. Para el abogado lo más impactante del relato de los testigos fue que "ellos trataban de parar al conductor pero este igualmente aceleraba hasta que lo atropelló". Y definió: "Esto no es un homicidio culposo, esto es un homicidio doloso", argumentando que "por la gran cantidad de datos con que contamos, lo de homicidio culposo no va a poder seguir siendo sostenido por mucho tiempo más".
El abogado patrocinante, escuetamente, afirmó luego que las pesquisas que se desarrollan para dar con el conductor del vehículo "están cerca" de lograr su objetivo.
La ciudad de Villa Gobernador Gálvez vivió intensas jornadas el pasado fin de semana luego que el domingo falleciera en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, el remisero Colberg, muerto a manos de una pareja que en la madrugada del viernes pasado abordó su unidad en una vivienda de calle Ayacucho, en Rosario, y se hizo trasladar hasta la esquina de San Luis y José Ingenieros de la vecina ciudad. Allí, le pegaron un balazo en la nuca, que dos días después ocasionó su deceso. Las inmediatos reclamos de justicia de la familia y de los demás compañeros de trabajo y colegas de Colberg derivaron en piquetes que dificultaron el acceso y la circulación por Villa Gobernador Gálvez, y fue en uno de esos piquetes donde se multiplicó la tragedia.