La ilusión de volver al Parque y bastante más
Mencionarle la palabra Newell's a Guzmán requiere de un ejercicio especial: disponerse a escuchar un monólogo que superará largamente los 10 minutos. Sin frases hechas, despojándose de la poco inteligente postura de quedar bien a cualquier precio, el Patón, entre otras cosas, se ilusiona con volver alguna vez y encuentra en la enfermedad de Guillermo Lorente los principales motivos del descalabro institucional y deportivo en el que se convirtió la entidad del Parque en los últimos años.
22 de mayo 2016 · 00:00hs
Mencionarle la palabra Newell's a Guzmán requiere de un ejercicio especial: disponerse a escuchar un monólogo que superará largamente los 10 minutos. Sin frases hechas, despojándose de la poco inteligente postura de quedar bien a cualquier precio, el Patón, entre otras cosas, se ilusiona con volver alguna vez y encuentra en la enfermedad de Guillermo Lorente los principales motivos del descalabro institucional y deportivo en el que se convirtió la entidad del Parque en los últimos años.
"De Newell's no duele sólo el momento futbolístico, duele el conjunto", reconoce el Patón después de tomar aire para referirse a un tema que, se nota, lo acongoja. Haber necesitado llegar al límite de adelantar elecciones, ver que la misma gente que estaba adentro cuando yo estaba en el club se dividió y formó distintas listas? Que no sea posible un acuerdo en cuanto al proyecto institucional, duele bastante. Obviamente se sufre muchísimo con lo futbolístico, miro todos los partidos.
—¿Sos mucho más hincha ahora que antes?
—Cuando no estás adentro sos más hincha. En realidad cuando te vas del club volvés a ser hincha. Nunca dejás de serlo, pero cuando jugás es un aspecto que tenés que controlar. Pero cuando te vas, vuelve el tema de la pasión, de querer aprenderte las canciones por ejemplo. De todas maneras, prefiero ser un hincha coherente, consciente y no un arrebatado que es hincha a cualquier precio. Hincha fui siempre y lo seré siempre. Y seguramente en algún momento pueda cumplir el objetivo de cumplir 100 partidos que me quedó tan cerquita. Quedé con 97 ahí colgado.
—¿O sea que pensás en volver a jugar en Newell's?
—Sí, yo creo que en algún momento se tiene que dar.
—¿Cómo se levanta Newell's de este momento?
—Desde afuera noté que desde que pasó lo de Guillermo (N de la R: Lorente sufrió un accidente cerebrovascular que le impidió continuar ejerciendo la presidencia del club) todos se vieron superados por esa situación porque fue un golpe bastante duro. Y encima los resultados no acompañaron. Si a un cambio como ese vos lo podés sostener con resultados, trabajás más cómodo. Podés tambalear un poco, pero podés ir remendando, corrigiendo, pero no se dio. Evidentemente se tomaron algunas malas decisiones, el equipo no funcionó, a los chicos les toca debutar en momentos malos y los liquidás. Parece que todo el trabajo que hiciste en las inferiores fue una cagada porque no sube ningún pibe y muchas veces no podés prender fuego a un pibe en un momento en el que a lo mejor hace 5 ó 6 partidos que no ganás. Los que lo vivimos, y a mí me tocó en 2006, nos sentimos expuestos. Y no está bueno. El fútbol es un conjunto: los 11 que salen a la cancha, alguien que te da instrucciones, un dirigente que te tiene que decir que estés tranquilo, que todo va a andar bien, que vas a cobrar, la gente que te tiene que apoyar y no putear al primer pibe que entre a la cancha. Son tiempos que se manejan en este fútbol argentino. Acá desde Boca o River hasta el equipo 30 todos piensan que tienen que salir campeones. Y no es así.