Traccionada por la inversión privada y por el gasto público, la provincia de Santa Fe sería junto a Córdoba la única en todo el país que no dejó de crecer en materia económica, si bien la tasa acumulada está en proceso de desaceleración. Mientras la caída del consumo mantiene en jaque a varios sectores industriales, el Estado provincial tiene cifradas expectativas en que la implementación del Ahora 18 y una reducción del impuesto a las ganancias se traduzca en una reactivación, y perfila un 2017 más próspero para la industria, con el impulso de mayor inversión y líneas de crédito para pymes.
"Todas las provincias están en recesión económica, salvo Santa Fe y Córdoba. Esta última está prácticamente en un estancamiento, creció muy poquito, y Santa Fe es la que mejor salud económica está mostrando en este momento", consideró Emiliano Pietropaolo, secretario de Industria provincial, en base a los datos del Indicador Sintético de la Actividad Económica para la Provincia de Santa Fe.
El informe mostró una leve caída interanual del 0,4 por ciento en el mes de agosto de 2016 respecto del mismo mes del año anterior, sin presentar prácticamente cambios en términos mensuales. El índice presentó un crecimiento promedio del 1,8 por ciento de enero a agosto del corriente, "continuando con la tendencia de desaceleración de su tasa de crecimiento acumulada, luego del 6,5 por ciento alcanzado durante el primer trimestre del año, por el fuerte impulso del complejo oleaginoso", reza el texto.
"No estamos ante una crisis macroeconómica, de hecho estamos creciendo que es algo importante. Uno no ve un escenario para nada negro, incluso el nivel de expectativas es muy bueno porque Santa Fe creció gracias a la inversión privada y el gasto publico: es la única provincia que no le aflojó a la obra pública, por eso otras provincias no lo lograron", explicó el secretario de Industria, quien vaticinó para el año próximo un crecimiento de un 2,5 por ciento.
En relación al gasto público, el funcionario destacó que los principales componentes que sirven de inyección a las economías son el plan de obras que el gobierno implementó este año y que representa más de 6 mil millones de pesos, el plan productivo y el industrial, "donde tenemos un aporte de 1.200 millones de pesos. Esto, más otros programas se acercan a los 10 mil millones de pesos que es una suma importante".
Sobre la inversión privada, Pietropaolo se mostró entusiasta frente a los resultados que arrojó la Unidad de Monitoreo de Inversiones del gobierno provincial, que identificó en los primeros ocho meses de 2016, 526 proyectos por un monto acumulado de 15.252 millones de pesos, en su mayoría relacionados con la industria manufacturera (71,3 por ciento del total), seguida por la rama de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (21,1 por ciento) y en tercer lugar, información y comunicaciones (2,9 por ciento).
En el nivel de inversiones de estos proyectos que ya se encuentran en ejecución y algunos con anuncios formales, también el que encabeza la escala es el sector manufacturero con casi 7 mil millones de pesos, seguido por el comercio con más de 3.500 millones, el suministro de servicios (electricidad, gas, vapor, aire acondicionado) con 2.500 millones y en cuarto lugar la construcción con casi 1.500 millones de pesos.
"En términos de economía general, si tuviéramos que pensar que es un semáforo estaríamos en un verde-amarillo, porque antes Santa Fe estaba creciendo más que hoy, pero no está estancada", remarcó, y reconoció que "tenemos algunas alertas amarillas por sectores industriales que están siendo afectados y que llegaron a un nivel crítico: el mueble, que no sabe cómo generar una venta, la línea de blanco, calzado, indumentaria y carroceras", detalló. A estas ramas "las está afectando principalmente la caída del consumo y algo de ruido puede generar la importación, que es una variable preocupante".
Pietropaolo rescató por otro lado que "hay rubros que están muy bien" y "lo más importante es lo que se generó con la línea de maquinaria agrícola que se produce en Santa Fe: financiamos a los productores para que pudieran comprarla financiada y eso reactivó muchísimo la demanda". Hoy el rubro "no sabe cómo abastecer la demanda que tiene. Hay varios industriales que cerraron operaciones en el extranjero que están viendo cómo tercerizarlas", comentó.
"Cuando uno iba en enero pasado a Armstrong, Firmat, Las Parejas, parecía un velorio y los productores agropecuarios nos pedían líneas de crédito para capital de trabajo, lo cual se termina transformando en un salvavidas de plomo porque no se consigue la venta y encima hay que pagar el crédito. Entonces generamos una línea trabajando con todos los bancos para traccionar su demanda, algo muy innovador, y así los financiamos para que puedan comprar el fierro que se produce en Santa Fe".
Para los sectores industriales más ligados al consumo, afectados por la caída del salario real, Pietropaolo confía en una reactivación a partir de la implementación del plan de financiación Ahora 18 y que "lo que salga de la reducción del impuesto a las ganancias será plata que quedará en el bolsillo de la clase media, y que se inyectará directamente en el consumo. Esto puede generar un rebote en la macroeconomía", consideró.
Ayuda para pymes. Asimismo, anunció planes específicos para abordar esos rubros afectados y apostó al aporte del gobierno nacional en este sentido. Para el funcionario, la articulación entre el Estado y la inversión privada "es clave", especialmente para la generación de empleo. "En cada pueblo hay una pyme que necesita al Estado para que le genere condiciones para invertir. Tenemos una demanda de 15 mil millones de pesos y nuestro rol es muy alentador", señaló.
Mediante la línea de inversión productiva "ya superamos los 330 millones de pesos otorgados este año, tenemos previsto llegar a los 600 millones y estamos ampliando cupos exclusivamente para pymes, que son las que más empleo generan. Por eso el Estado debe seguir creando líneas de crédito, pero dando un paso más para su inclusión financiera", afirmó.
Indicó que el 70 por ciento de las pequeñas y medianas empresas santafesinas no tienen posibilidades de acceder a un financiamiento. "Debemos trabajar para bajar ese porcentaje mediante una especie de banco, fondo de inversiones y garantía para empezar a incluir a todas esas pyme para que accedan a su primer crédito", concluyó.