A seis meses de cumplir 40 años, el próximo 11 de septiembre, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) homenajeó a sus docentes detenidos desaparecidos y asesinados durante la dictadura de Videla y compañía. Y también a los más de 130 maestros que vienen interviniendo como querellantes o testigos en los juicios a los responsables de los actos de terrorismo de Estado, en decenas de pueblos y ciudades de todo el territorio nacional.
Con emotivo orgullo, y 40 años de persistencia en una concepción política y gremial, los docentes de la organización sindical madre de los maestros, a nivel nacional, se reunieron el martes pasado en la sede central de la calle Chile de la Ciudad de Buenos Aires para decirle gracias a los maestros militantes que vienen aportando en los siempre difíciles laberintos judiciales para facilitar la condena de los represores de los 70.
Víctimas. Son 600 los maestros detenidos, desaparecidos, y muertos en todo el país, 34 de ellos en la provincia de Santa Fe. El tucumano Francisco Isauro Arancibia, primer secretario general de la Ctera, fue ametrallado y muerto el mismo 24 de marzo del 76 en la sede de su sindicato, en Tucumán.
“Las luchas, las ideas, la memoria, no se borraron. El genocidio fracasó”, dijo Stella Maldonado, actual secretaria general del gremio, en la apertura del acto. Como anfitriona y jefa de la gran familia de Ctera, Stella recibió a las delegaciones que llegaron de una decena de provincias hasta el barrio de San Telmo. “Un beso y abrazo a cada uno de los maestros. Vivir para contarlo, el deber de la memoria”, agregó.
La numerosa delegación de la provincia de Santa Fe, encabezada por Sonia Alesso, jefa del gremio provincial, tuvo en Cristina Monterrubianesi a una vibrante expositora. La docente de Villa Constitución, ex presa política y actual testigo en los juicios de lesa humanidad, repasó los tiempos de la noche dictatorial: “No nos olvidamos de la complicidad civil, de Acíndar con Martínez de Hoz” expresó. “En las cárceles tejimos redes extraordinarias y no han podido con nuestra memoria, con nuestras ideas”.
Paulino Guarido, provincia de Buenos Aires; Italia Arancibia (hermano del asesinado primer secretario de Ctera), por Tucumán; María Beatriz Lucy, de San Luis; Carola Abrales, de Mendoza; José Casas, de San Juan; Gladis Loys, de Santiago del Estero; Luis Alberto Corso, por La Rioja; Manuel Ramat, de Entre Ríos; Hugo Rodríguez, de Chaco; Elsa Chagras, de Formosa; Gladuys Hanke, de Corrientes; Omar Alvarez, de Neuquén; Susana Diéguez, de Río Negro y Delia Bisutti, actual diputada en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, repasaron el martes treinta años de lucha por Memoria Verdad y Justicia para las víctimas docentes del terrorismo de Estado.
Aunque no faltaron las alertas por los inexplicables retrasos que se verifican en muchas provincias en los desarrollos de los juicios de lesa humanidad, hubo un expreso reconocimiento a la etapa actual: “No hubiéramos llegado hasta acá sin un presidente (Néstor Kirchner) que derogara las leyes de la impunidad y reimpulsara los juicios”, dijo Paulino Guarido, entre aplausos de una sala colmada.
Salarios. Guarido, de la provincia de Buenos Aires, hizo un alto en la complicada puja que vive en estos días el gremio docente del mayor Estado provincial de la Argentina. Que continúa sin convenir el aumento salarial paritario de 2013 con el gobierno de Daniel Scioli. El impacto de ese conflicto, los paros sucesivos, ya generan una grave preocupación en todos los actores políticos. Nacionales y provinciales.
“Apoyamos la lucha de los compañeros de la provincia de Buenos Aires. Les han hecho una propuesta muy inferior a otras provincias”, comentó la rosarina Sonia Alesso a La Capital. Y confirmó la gravedad que implica la continuidad de esa paritaria irresuelta. “Propiciamos que intervenga el Gobierno nacional, en un conflicto que tiene ingredientes políticos. La Nación ya intervino en otros conflictos e intimó a las partes a encontrar una solución”, concluyó la jefa del gremio santafesino y principal hacedora del acto homenaje del último martes en Buenos Aires.
Isauro y Arturo Arancibia. El acto de la Ctera comenzó con la proyección de un video que recorre la historia del país desde López Rega y la nefasta triple A, pasando por el golpe de Estado del 1976, la recuperación de la democracia y los avances y retrocesos en los juicios a los responsables del terrorismo de Estado, hasta estos días.
También se recordó que esa misma noche del 24 de marzo de 1976 en Tucumán fueron asesinados por fuerzas de seguridad Isauro Arancibia (secretario general de Ctera) y su hermano Arturo, también maestro. Isauro tenía 120 balazos, su hermano Arturo 70. Este asesinato sería el inicio de más de 600 docentes asesinados y desaparecidos por la dictadura militar en todo el país.