Como dice la canción de Vox Dei, todo tiene un final. Y el plan de revitalización del área central ya tiene incluida a Sarmiento. Cuatro cuadras que se concretaron tras un año de obras.
Por Lucas Ameriso
Como dice la canción de Vox Dei, todo tiene un final. Y el plan de revitalización del área central ya tiene incluida a Sarmiento. Cuatro cuadras que se concretaron tras un año de obras.
En el medio, el municipio interrumpió los tramos debido a los acuerdos alcanzados con los comerciantes de la peatonal Córdoba a raíz de diversas fechas "comerciales".
Para su culminación, la transitabilidad abrirá camino para las ventas por el Día de la Madre. Para los automovilistas que necesariamente deben llegar a la zona será una jornada de gloria. O una noche de alivio, ya que la liberación al tránsito vehicular será a partir de las 20.
Para una etapa posterior quedará la finalización de las veredas y el entorno en la cuadra por Sarmiento entre Rioja y San Luis. Con la circulación vehicular repuesta el municipio se saca un dolor de cabeza frente a la andanada de críticas que demandó la obra.
Quedarán atrás los cortes en las ochavas y los embotellamientos causados por la nivelación y ensanche de las veredas. También en el archivo, las etapas que entre octubre y diciembre avanzaron desde San Lorenzo hasta Sarmiento. Desde el lunes 9 de enero pasado, los trabajos se reanudaron desde Santa Fe a Córdoba.
Como en el resto de las cuadras, el plan contempló ensanchamiento de veredas, iluminación y equipamiento urbano.
Sin dudas que el segmento más problemático fue el de Sarmiento al 700, donde las perforaciones para entubar desagües y cables de servicios provocaron una fuga de gas.
Con una temporada intensa de lluvias otoñales que provocaron algunas demoras, el tráfico se habilitó hasta Rioja.
Pero hacia fines del mes pasado, el tránsito por Sarmiento volvió a cortarse en acuerdo con la Asociación Empresaria. En las últimas semanas se aceleraron las tareas en la bocacalle de Rioja y Sarmiento, para ir ganando terreno hacia San Luis.
Si se sacan cálculos, se hizo una cuadra cada tres meses, pero se cumplió con la promesa de llegar al Día de la Madre con todo listo. O al menos el tránsito liberado.
La tarea no fue sencilla. Cuadrillas mañana, tarde, noche, feriados y fines de semana. Una intensidad cuestionada por los vecinos. En medio de una obra muy observada por los rosarinos y en un sector sensible del centro rosarino, habrá que analizar si entre el mobiliario urbano, los pretiles de cemento fueron un acierto, o por el contrario un error de diseño.
Los pequeños "pinos" ya lucen deteriorados en una gran mayoría, a consecuencia de su poca altura y el contacto con los paragolpes de los autos.
Los artefactos, que se quiebran fácilmente, contrastan con las defensas de hierro colocadas alrededor del Teatro El Círculo, donde se ejecutaron tareas similares.