El Ejecutivo y los distintos bloques del Concejo no lograron ponerse de acuerdo sobre el futuro de 500 licencias de taxis que vencen, progresivamente, desde pasado mañana. La Intendencia no envió al cuerpo ninguna propuesta formal y las iniciativas en danza iban desde una prórroga por un año o una renovación por una década hasta la conversión de las chapas temporales en definitivas. Para evitar que las unidades dejen de circular, los ediles votaron en la sesión del último jueves una prórroga por apenas tres meses la vigencia de los 500 taxis que vencen a lo largo de este año. En estos 90 días se define la suerte de esas unidades.
En los pasillos del Palacio Vasallo, los referentes de las principales bancadas no lograban salir de su asombro ante la demora del Ejecutivo en enviar un mensaje para fijar posición sobre el tema, de alto impacto público.
Ya a principios de año, las cámaras de titulares de licencias habían advertido que a mediados de 2017 vencían las 500 chapas que había otorgado el municipio por una década en 2007.
Los salientes adjudicatarios plantearon su preocupación ante la posible no renovación de las licencias, ya que implicaba dejar en la calle a unos mil conductores, entre propietarios y peones.
Desde el oficialismo, el presidente de la comisión de Servicios Públicos, el edil Carlos Comi, destacó que tenían "la vocación de sostener las 500 licencias porque Rosario las necesita, más allá de determinadas coyunturas económicas", donde disminuye la demanda de viajes.
La Intendencia prometió enviar a los concejales un texto sobre el tema. Incluso se había mencionado extraoficialmente que el criterio a adoptar iba a ser prorrogar a aquellos dueños de chapas que hayan tenido buena conducta vial, sin tantas faltas de tránsito.
Pero el proyecto de la intendenta Mónica Fein nunca llegó. Entonces, el jueves en la comisión de Labor Parlamentaria, los presidentes de bloque acordaron una salida transitoria, al filo del vencimiento del plazo de caducidad.
Por unanimidad se prorrogó por sólo tres meses la vigencia de las chapas otorgadas en 2007, que iban a empezar a vencer desde pasado mañana. En estos 90 días se buscará una definición estructural al asunto.
En debate hay dos modelos. El Frente Progresista, a través de los ediles radicales Daniela León y Martín Rosúa, promueve reconvertir las licencias emitidas por diez años en chapas permanentes. Y el justicialista Osvaldo Miatello propuso renovar la vigencia por otros diez años.
"Hay que unificar las categorías, no puede haber taxistas de primera que tienen las chapas a perpetuidad y otros que sólo la tienen por diez años, Cuando además el costo económico de abandonar el sistema es muy alto ya que hay que vender el auto e indemnizar a los choferes", sostuvo Rosúa.
Para Miatello, "lo ideal es sostener el nuevo sistema y no volver al viejo que entre otros perjuicios ha generado que el valor de las chapas sea tan alto al momento de una transferencia ya que termina siendo como un inmueble, que se transmite de manera sucesoria".
Ambas iniciativas promueven sanciones para aquellos taxistas que incumplan el marco regulatorio, tanto en cantidad de horas circulando, como en el número y gravedad de las infracciones cometidas.
A falta de acuerdo sobre los proyectos en pugna, se contempló votar una prórroga de las 500 chapas que vencen este año por un año. "Pero ese esquema termina convirtiendo en regla una excepcionalidad", objetó Rosúa.
Fue así que los ediles encontraron una salida intermedia, por apenas 90 días, para debatir con más espacio la resolución del conflicto. El debate coincidirá con el arranque de la campaña electoral rumbo a las primarias de agosto y las generales legislativas de octubre. Esa simultaneidad tal vez dificulte el arribo de un amplio consenso sobre un tema clave para la movilidad de la ciudad.
Quieren personalizar las multas de tránsito
En paralelo a la discusión sobre la renovación de licencias a punto de vencer, el Concejo analiza por estas horas una propuesta para personalizar las multas de tránsito en los taxis. La iniciativa surgió ante la cantidad de propietarios de chapas que se quejan por las faltas cometidas por los peones, que luego cambian de patrón. Y esas contravenciones, de aplicarse el carné por puntos, podría perjudicar al dueño de la unidad.
El proyecto en cuestión fue presentado hace ya varios meses por el edil justicialista Osvaldo Miatello y se encuentra en debate en la estratégica comisión de Gobierno del Concejo.
"Si al momento de renovar una licencia se lo quiere hacer valorando la buena conducta vial de un taxista hoy no se puede diferenciar la conducta del dueño de la licencia de lo que fue el accionar del chofer contratado, porque las multas se aplican sobre el dominio", planteó Miatello.
Según el concejal del bloque Compromiso por Rosario, "durante el servicio nocturno se dan casos muy recurrentes de peones que van rotando de chapa. En muchos casos se denuncian que lo hacen después de cometer varias faltas, antes que sean pagas por el dueño de la licencia".
La propuesta de Miatello de individualizar las contravenciones de tránsito "está en consonancia con la ley nacional de tránsito y con el convenio colectivo de los taxistas".
Y apunta a "una verdadera regularización laboral de los peones ya que para poder saber quién cometió la infracción deberá estar blanqueado y quedar asentado en el Ministerio de Trabajo, en un libro oficial, cuál es el horario de desempeño de cada peón. Así, cuando se comete la falta y se labra un acta se puede cotejar quién estaba manejando".
Miatello destacó que, de prosperar, el proyecto permitirá, además, "eliminar una práctica recurrente en el sector que es la subcontratación horaria. Muchos peones son anotados por cuatro horas cuando en realidad trabajan ocho. Para saber quién cometió la falta hay que ver quién maneja cada hora".