El gobierno nacional anunció el año pasado el lanzamiento de un plan canje para las clásicas
lámparas incandescentes en los hogares de todo el país. En la provincia de Santa Fe se anunció la
entrega de 500.000 lámparas de bajo consumo a lo largo de este año para lograr un uso más eficiente
de la electricidad. A diez meses de los discursos solo se concretó el 15% de lo anunciado. Desde la
Empresa Provincial de la Energía aseguran que el gobierno nacional no cumplió con sus compromisos.
El 21 de diciembre de 2007 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó el Programa
Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree). Acompañada del Ministro Julio De
Vido anunció la firma del Decreto Nº 140/07, donde se define como “eficiencia
energética” a la adecuación de los sistemas de producción, transporte, distribución,
almacenamiento y consumo de energía, destinada a lograr el mayor desarrollo sostenible con los
medios tecnológicos al alcance, minimizando el impacto sobre el ambiente, optimizando la
conservación de la energía y la reducción de los costos.
Entre las medidas propuestas para el corto plazo se impulsó el “reemplazo masivo de
lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo, en todas las viviendas del país”, con
el objetivo de lograr un ahorro inicial de 410 megavatios de potencia durante el año 2008, el cual
se incrementaría progresivamente hasta los 2048 megavatios en el año 2010, según se desprende de un
informe preparado por el INTI evaluando el impacto del Pronuree.
De la misma tanda de anuncios salieron las licitaciones para construir nuevas usinas
eléctricas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe; y el cuestionado cambio de huso
horario que hoy trastorna a más de medio país.
En ese contexto la Empresa Provincial de la Energía informó que se entregarían sin cargo de
500.000 lámparas de bajo consumo entre los hogares de las principales ciudades de nuestra provincia
para reemplazar las menos eficientes lámparas incandescentes.
Con un notable sentido de la anticipación, CFK advirtió en diciembre de 2007: “Espero
por parte de quines proveen lamparitas y todo lo que tenga que ver con este bajo consumo, que
también tengan responsabilidad social y empresaria. No sea que luego, a partir de la demanda y de
la compra que va a hacer el Estado nacional de estos instrumentos necesarios, entonces, no con
inteligencia, sino con la viveza, que tanto nos ha costado a los argentinos. Siempre digo que
quiere empresarios y comerciantes inteligentes no vivos. A los vivos la rentabilidad les dura muy
poco y luego la pagamos todos los argentinos finalmente en ineficiencia”. En el salón blanco
de la Casa Rosada hubo aplausos cerrados.
Ha diez meses de aquellas palabras, y en el inicio de otro periodo de racionalización
energética, se puede afirmar que al menos en la provincia de Santa Fe, el reemplazo de lámparas
incandescentes ha sido un fracaso. Según confió una fuente calificada de la Empresa Provincial de
Energía, en lo que va del año solo se entregaron 70.000 lámparas de bajo consumo (sobre 500.000
programadas), debido a que el Ministerio de Planificación Federal – responsable de la
implementación del programa de canje en todo en todo el país – no cumplió con los compromisos
asumidos en su momento.
Las metas del Pronuree fueron ambiciosas. Se habló de producir un ahorro del 12% de la
potencia demandada por el sistema eléctrico nacional en las horas pico. Sin embargo, los logros
fueron bastante más modestos. En nuestra provincia el consumo disminuyó solo el 1,5% y para este
año se espera mejorar la performance alcanzando un ahorro del 3,5%.