Autoridades sanitarias de Rosario pidieron hoy a la población extremar el "cuidado" y "revisar los artefactos" que usan para calefaccionarse este invierno, luego de que ocho personas fallecieron intoxicadas con monóxido de carbono desde junio por problemas en calefones o calefactores.
El último incidente de este tipo se produjo ayer cuando una pareja de ancianos de 84 y 82 años y su asistente doméstica fallecieron en un departamento de Rosario por intoxicación con monóxido que al parecer escapó de una estufa en la vivienda que tenía todas las puertas y ventanas cerradas.
"Estamos hablando de muertes silenciosas porque la víctima no se da cuenta que se está intoxicando"
En ese marco, el director del Sistema de Emergencias Sanitaria (Sies), Adrián Pafundi, advirtió que estas muertes son "silenciosas y muy comunes" porque en general no se toman "las precauciones correspondientes con los aparatos de calefacción".
"Insistimos en los cuidados que hay que tomar en estos meses de mucho frío. Estamos hablando de muertes silenciosas porque la víctima no se da cuenta que se está intoxicando, porque el monóxido de carbono no tiene olor, no se ve, no se siente ni se percibe", alertó.
El médico pidió a los pobladores "revisar todos los artefactos que hagan combustión" y mantener siempre los "espacios ventilados" aunque haga frío. "Es fundamental que las casas tengan una vía de ventilación", detalló.
Además de la muerte de tres personas ayer, en la ciudad de San Lorenzo una mujer de 23 años y sus dos pequeños hijos murieron la semana anterior por funcionamiento defectuoso de un calefón y averías en las rejillas de ventilación.
Al respecto, el fiscal Leandro Lucente señaló que "el departamento donde fueron halladas las víctimas contaba con varias irregularidades según el peritaje de un gasista matriculado" que indicó que "las rejillas por donde sale el aire tenían obstrucciones y estaban mal colocadas, y el calefón no tenía el corte automático cuando se apaga la llama".
El 12 de junio, dos estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario fallecieron también por inhalación de monóxido de carbono en un departamento céntrico.
En ese caso, el fiscal Luis Schiappa Pietra recordó que cuando ingresaron "el departamento estaba todo cerrado y con los vidrios transpirados. Un cuerpo estaba en la bañera y el otro en la cama. También había un perro sin vida. Luego con los informes de la autopsia se estableció que habrían fallecido por inhalación de monóxido de carbono".