Los jóvenes de barrio Godoy se convertirán en los diseñadores de su propio entorno. Así lo propuso Fabricio Caiaza, docente y artista urbano, que se puso al frente de 25 adolescentes del programa Nueva Oportunidad y que por estos días trabajan en fabricar e instalar baldosas hidráulicas en las paradas del transporte de pasajeros, un taller que llevan adelante en el Centro de Convivencia Barrial de "La Lagunita", en el oeste de la ciudad.
"Lo que estamos haciendo es aplicar conceptos de codiseño, de urbanismo participativo donde lo jóvenes sepan pensar, diseñar y transformar el espacio que habitan, trabajando fuerte sobre el estigma y poniéndolo a ellos en diseñadores del entorno", describió el tallerista.
Raúl, de 24 años y uno de los participantes que llegó de la mano de un amigo, ya fantasea con llegar a colocar las baldosas que fabrica junto a sus compañeros en el Monumento a la Bandera. "Así la gente sabe que en Rosario hay un proyecto de chicos que salieron de situación de calle y fabrican algo útil y de color", enfatizó.
Su compañero Axel, uno de los últimos en llegar al grupo, admitió que la propuesta es la que lo "ayuda a no estar todo el tiempo en la calle".
La capacitación es de Diseño y Construcción de Baldosas Hidráulicas Artesanales, se cursa tres veces por semana y construyen 23 baldosas por clase.
Justamente es uno de los pocos oficios donde el trabajo del día se empieza y se termina en la clase. Por eso los chicos eligen donde colocarlas; decidieron entre todos comenzar por instalarlas en su barrio.
La primera instalación
Justo frente al Centro de Convivencia, en la esquina de bulevar Seguí y Provincias Unidas, pusieron las baldosas en la parada del colectivo, la primera de una serie de intervenciones que multiplicarán por todo el barrio.
"Para los chicos no es un oficio más", definió Luciano Vigoni, coordinador provincial del Nueva Oportunidad, que se lleva adelante en toda Santa Fe y ya logró sumar a más de tres mil jóvenes en Rosario.
Además, recalcó que "en estas capacitaciones se ponen muchas cosas en juego, tanto de los trabajadores y coordinadores que dejan su conocimiento y su entrega, como también de los propios pibes que pueden ver en este programa, la posibilidad de encontrarse, vincularse, profundizar lazos, salir de la calle y sentirse parte de un sistema que eligió involucrarlos en un proyecto de vida".
Seguí y provincias unidas. La primera instalación se hizo en el refugio que está frente al centro de convivencia.