La alfombra roja desplegada en el complejo City Center fue el lugar donde Lionel Messi y Antonela Roccuzzo exhibieron en forma oficial al mundo su flamante matrimonio que, ante el pedido insistente de los periodistas, ofrecieron instantáneas de amor con besos apasionados.
Previamente lo habían hecho para sus íntimos en el marco del civil dentro del salón en el que oficializaron su amor eterno.
La salida de Messi y Roccuzzo a la alfombra fue casi tímido, al estilo del mejor jugador del mundo, quien se paró en la cruz negra dibujada en el piso para las fotos y el registro de las cámaras de televisión.
Sin realizar declaraciones, como el resto de los invitados, Leo y Anto posaron durante varios segundos y cuando amagaron a retirarse se escuchó el grito al unísono de los reporteros gráficos: "¡Dale un beso!".
Ante la insistencia de los periodistas, Messi besó a Antonela, también algo cohibido, pero lo hizo tan solo para un sector de la prensa. Los que se perdieron esa imagen gritaron para que lo repitiese, pero en otro ángulo y ellos cumplieron.
Sin embargo, faltó un tercer pedido que bastó para que Messi dejase atrás su lado correcto. El beso apasionado generó aplausos y frases como: "¡Le comió la boca!", que valieron la sorpresa de todos, acostumbrados al Messi aplicado. Con una postura de no efectuar declaraciones, los besos valieron más que mil palabras.