Mientras Dylan, el chico de 14 años que recibió un tiro en la cabeza en el marco de una violenta disputa familiar, continúa grave pero estable en el Hospital Vilela, su madre y la nueva pareja de la mujer quedaron formalmente imputados de intento de homicidio. En ambos casos el delito del que se los acusa es agravado: para ella por el vínculo, para él por uso de arma de fuego, cuya portación también se le imputó. A los dos se les dictó prisión preventiva sin plazo. Pero hay al menos otro implicado en el tremendo episodio que se produjo antenoche en Paraguay al 6400 y que permanece prófugo: un hombre que supuestamente bajó de un auto Volkswagen Bora negro, presente en el lugar al momento del ataque, y que también habría disparado.
En las escalinatas que llevan a la guardia del Hospital de Niños, ayer toda la familia y unos cuantos amigos le hacían el "aguante" al papá de Dylan, Emanuel Edgardo Gavilán, o Puchi, un gastronómico de 34 años que también resultó baleado, aunque en forma leve, en el ataque a tiros donde su hijo terminó gravemente herido.
Se trató del desenlace trágico de una mala ruptura de pareja y una historia cargada de incidentes violentos previos, protagonizados por Natalia R. (33), la ex mujer de Gavilán.
Esas conductas y el rechazo del nene a vivir con ella determinaron que la Justicia le otorgara hace unos meses la tenencia al padre y aplicara a la madre una restricción de acercamiento a la casa familiar.
Todo indica que Natalia R. nunca aceptó ninguna de las dos condiciones, ni resignó la pérdida de la vivienda y de su hijo (que incluso se negaba a verla en Tribunales, aun ante la presencia de auxiliares judiciales).
Reclamando a gritos por Dylan y por la casa, la joven llegó durante la noche del martes acompañada por otros tres hombres que se desplazaban en una moto y un Bora negro.
Según el testimonio del padre del nene, uno de ellos se apeó de la moto arma en mano y se peleó con él cuerpo a cuerpo. Quien manejaba ese rodado desapareció rápidamente de escena. Gavilán cree que su contrincante fue uno de los que disparó, pero luego bajó otro muchacho armado del Bora, que también habría gatillado.
Lo cierto es que en la audiencia imputativa de ayer la fiscal Marisol Fabbro acusó a la madre del nene y a Sergio G., la actual pareja de la mujer, de "haber intentado dar muerte en forma intencional a Dylan Emanuel Gavilán (el chico) y a Emanuel Edgardo Gavilán (su papá)" mediante "el uso de sendas armas de fuego".
A Giménez la fiscal le atribuyó haber efectuado uno de los disparos, pero a la vez afirmó que del Bora descendió otro hombre "no identificado y con una segunda arma" que efectuó "dos disparos".
"Esto ocurre cuando Dylan sale de su domicilio al escuchar la discusión entre sus padres", sostuvo Fabbro, lo que terminó con el chico herido "en el cráneo con orificio de entrada y salida y pérdida de masa encefálica" y el padre con una lesión "cortante por el roce de una bala".
De allí que Fabbro imputó a la mujer "tentativa de homicidio calificado por el vínculo" y a su actual pareja "tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso con portación de arma de fuego".
La fiscal relató que al llegar esa medianoche a la casa de Gavilán, en Paraguay 6411, encontró "dos vainas 9 milímetros en el piso y mucha sangre en el patio delantero y en la vereda".
Tras convocar a los peritos fue hasta el Vilela, donde entrevistó al papá de Dylan, y se interiorizó de los conflictos que habían llevado a la tenencia paterna y a un radio de exclusión de 200 metros para la madre.
También contó que tras llegar con el nene y su ex marido al primer hospital, el Roque Sáenz Peña, Natalia R. fue trasladada a la subcomisaría 20ª junto a su actual pareja, a quien previamente la mujer había llamado para que se presentara.
En su defensa, Sergio G. adujo que no fue él quien disparó, sino que se limitó a intentar "separar" a Natalia R. y su ex, y dijo que las balas provinieron de un auto que pasó (supuestamente el Bora), donde iban dos personas.
A la hora de resolver, el juez Juan Carlos Vienna rogó que "no cambie la figura legal" (en referencia a la tentativa de homicidio) y recordó que "la pena en expectativa es de cumplimiento efectivo" y existen "elementos para sospechar un entorpecimiento probatorio". Con ese análisis, decidió dictar a los dos imputados "prisión preventiva sin plazo".
En simultáneo, para el papá de Dylan el Vilela pasó a ser su nuevo hogar. "Yo no me voy de acá hasta que salga con mi hijo", advirtió ayer, lleno de esperanza y rodeado de familiares y amigos.
La fiscal afirma que Natalia R. y Sergio G. intentaron "dar muerte en forma intencional" a Dylan y a su padre