La Fiscalía a cargo de Verónica Caini, quiere saber quiénes mandaron a volcar cuatro tachos con sustancias en apariencia tóxicas, que fueron incineradas en medio de una plaza del noroeste rosarino, mientras había niños jugando a pocos metros de allí. La denuncia fue realizada primero por los vecinos de Sorrento y Garzón, quienes vieron el sábado al mediodía la llegada de operarios cubiertos con mamelucos blancos, que arrojaron los recipientes en el lugar. Hasta ayer no se había podido identificar a la empresa que ordenó este derrame ilegal, pero en las últimas horas hubo amenazas a los vecinos para que silencien el tema.
En los testimonios de los vecinos todavía sobrevuela la sorpresa, bronca e indignación. En una jornada nublada y en un espacio recuperado por los vecinos con el aporte del municipio, llegaron personas vestidas con trajes de seguridad y botas arrastrando un trailer. Justo en este nuevo espacio público, reconvertido en una plaza con juegos cuando hasta no hace mucho tiempo funcionaba un enorme basural.
Del trailer bajaron cuatro recipientes de gran volumen y de color azul, con la etiqueta de una calavera con la señal de "tóxico", y de su interior comenzaron a derramar una sustancia negra, a la que luego le prendieron fuego.
A pocos metros, dos niños se columpiaban. Y otros chicos jugaban en el sube y baja. Atónitas, las mamás y vecinas comenzaron a registrar lo sucedido. "Total somos villeros, total no tenemos derechos. Después hablamos de igualdad", se escuchó a una mujer en el instante en que le prenden fuego al contenido de los tachos.
Impotentes, los habitantes de Sorrento y Garzón llamaron al 911, pero la policía con los bomberos llegaron cuando todo ya había sucedido. Los misteriosos hombres encapuchados de blanco se ocultaron de las cámaras de los celulares y se hicieron tiempo en medio de los gritos de repudio de enfriar los tachos y llevárselos de allí vacíos.
"Las imágenes que estaban circulando en redes sociales son sorprendentes; tomamos medidas urgentes junto a la gente de Control Urbano, Defensa Civil y Bomberos para dirigirnos al lugar", indicó ayer el director del Distrito Noroeste, Fernando Leva.
El municipio y la provincia intervinieron tomando muestras a través del Ministerio de Medio Ambiente y la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad. Ambos fueron al Ministerio Público de la Acusación (MPA) a radicar la denuncia.
La investigación recaló en la fiscalía de causas NN, a cargo de Caini. La funcionaria dictó algunas medidas para identificar a quienes derramaron la sustancia que, al entrar en combustión, produjo fuego y un denso humo negro que irritó los ojos y la garganta de los vecinos de la zona. Las secuelas en el terreno fueron notorias: manchas negras y pasto quemado.
"Hemos realizado la denuncia por la posible comisión de delito contra la ley de medio ambiente nacional y provincial, como estrago doloso. Estamos a disposición del fiscal para las pericias que considere necesarias", recordó Leva.
"Una plaza para los chicos convertida en basurero", se escuchó a otra vecina en las imágenes captadas el sábado y que se viralizaron en las redes sociales.
Ayer, La Capital dialogó nuevamente con los vecinos, quienes ya manejan sus propias hipótesis: le apuntan a fábricas de la zona que se dedican al reciclado de plástico o a confeccionar lona impermeable. "Les dieron trajes que eran nuevos, se metieron con un carro 200 metros hasta la plaza", dijo Facundo al revelar que, tras la difusión pública de la contaminación, "a uno de las vecinas la apretaron en la puerta de la casa. Hoy la gente tiene miedo".
Para Leva, el caso es "preocupante, grave y no habitual; llama poderosamente la atención en la forma que lo hicieron".
Hoy Fiscalización Ambiental tomará muestras del suelo, para analizar si se puede determinar qué fue lo que se derramó y quemó en e lugar. Y se estima que los resultados estén en una semana.
Los vecinos sospechan de fábricas de la zona que se dedican al reciclado del plástico o a lonas impermeables