Unos 200 profesionales de hospitales y centros de salud provinciales llevan seis años trabajando en negro, los médicos que cubrieron las licencias de las vacaciones de verano aún no pudieron cobrar y todos los ingresos del último año y medio fueron bajo contratos precarios. Esas fueron algunas de las asimetrías expuestas por el paro que cumplieron ayer los médicos que trabajan en la salud pública santafesina.
Según denunció la secretaria gremial del sindicato médico (Amra), Sandra Maiorana, "los médicos contratados o monotributistas sostienen actualmente el funcionamiento del sistema en los lugares más críticos: las guardias y a bordo de las ambulancias".
El secretario de Planificación de Salud, Jorge Márquez, explicó que se está trabajando con los gremios para regularizar la planta de personal.
La medida de fuerza buscó denunciar la "precariedad laboral" de los profesionales y tuvo un "alto acatamiento", según destacó la referente de Amra.
No obstante, en los hospitales como el Centenario o el Provincial se mantuvo la actividad de las guardias, más que demandadas producto del incremento de las patologías invernales (ver aparte).
El reclamo por la "injusta" situación que atraviesa un porcentaje de los trabajadores de la salud provincial tiene su origen en la forma de funcionamiento de los hospitales y los Samco (Servicio para la Atención Médica de la Comunidad), que están habilitados para contratar profesionales que facturan como monotributistas.
"Hace siete años que venimos pidiendo que el ministerio establezca una planta hospitalaria. Entonces, como no está acordado cuánta gente necesita cada servicio, cada hospital toma el personal que necesita. Y cuando logramos que se blanquee a estos profesionales, pasa tanto tiempo que ya hay otra tanda igual o mayor de personas que siguen en negro", explicó Maiorana, y subrayó que "esto produce una situación de mucha arbitrariedad porque los directores de Samcos o hospitales pueden tomar o echar a los profesionales como quieren".
Según datos oficiales, la red provincial cuenta con 23.100 empleados, de los cuales unos 6 mil son profesionales de la salud. A principios de año, desde el ministerio se imprimieron cambios en la forma de ingreso del personal.
"Desde marzo no se pueden contratar monotributistas y se pusieron en marcha juntas de escalafonamiento para el ingreso al sistema", destacó Márquez y criticó la medida de fuerza ya que, apuntó, "se está trabajando con los gremios para el pase a planta permanente de los profesionales" .
Sin solución. Aún así, hay inequidades que persisten. El episodio que disparó la medida de fuerza, vale de muestra. "En el Hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez una médica de guardia contratada preguntó cuándo iba a cobrar y como respuesta encontró una amenaza de quedar sin trabajo", apuntó Maiorana.
De acuerdo a los cálculos del gremio, hay 200 profesionales de la salud que se incorporaron entre julio de 2010 y septiembre de 2014 que aún no pasaron a planta permanente, pese a que en la última paritaria el ministerio se había comprometido a blanquearlos. "La mayoría va a cumplir seis años trabajando en forma irregular", sostuvo la secretaria gremial de Amra.
Todos los ingresos al sistema que se produjeron tras esa fecha fueron inscriptos como "personal de emergencia o contratos de locación de servicios". La cantidad de personal que se encuentra en esta situación es difícil de establecer ya que la información no está centralizada, pero desde Salud estiman que son entre 500 y 600 personas, entre los que se cuentan profesionales de la salud o de otros servicios, como el mantenimiento de los edificios, por ejemplo.
La diferencia no es menor. El personal contratado carece de todo tipo de cobertura, aportes, ni cobran los adicionales que benefician a sus compañeros de trabajo. Por esto, Maiorana estimó que, en promedio, "pueden llegar a cobrar de bolsillo entre 2 y 3 mil pesos menos que otro médico con igual capacidad y con la misma responsabilidad y carga horaria".
El atraso en el pago de reemplazos también es importante: aún no se cobraron los sueldos de enero y febrero. La gremialista recordó que, por esta misma situación, "en algunos hospitales no se consigue personal para reemplazos" y recordó el caso del hospital Alassia, de la capital provincial, "donde los médicos de planta pagan de su bolsillo el sueldo de quienes los reemplazan para poder irse de vacaciones".