"No trasladar costumbres urbanas a un área natural que debe ser conservada y protegida". Con esta consigna, desde la agrupación ecologista El Paraná No se Toca recomiendan la actitud que deberían tener los rosarinos que durante el verano cruzan a las islas. Los fines de semana, algunos paradores del Paraná Viejo se transforman en lugar de encuentro para cientos de personas que se acercan hasta allí, sobre todo, en embarcaciones a motor. El paisaje es de lanchones anclados, cada uno con música propia. "La contaminación sonora impacta directamente sobre la fauna de los humedales", explicaron desde la agrupación, desde donde remarcaron, además, que los visitantes no devuelven a la ciudad sus deshechos. "Hace falta educación para aprender a respetar las islas".
Las tierras frente a La Fluvial o a Costa Alta, las que están en la zona del Embudo o a los márgenes del Paraná Viejo, no pertenecen a Rosario. Dependen del municipio entrerriano de Victoria y la forma correcta de denominarlas es con la palabra "humedal".
Se trata de tierras que en ciertos momentos quedan bajo el agua y en otros al descubierto, y que son enormes reservorios de biodiversidad.
Su preservación es por de más de importante.
Para un sector de la sociedad rosarina el verano es sinónimo de isla. Todos los días, pero sobre todo los fines de semana, miles de rosarinos surcan el río y son recibidos por paradores de distintas características. Es que si bien es territorio entrerriano, la ciudad más cercana a esos espacios es Rosario. No es excluyente, pero lo común es que los más alejados, como los del Paraná Viejo, reciban a un público que se traslada en embarcaciones a motor.
Así, los sábados y domingo, delante de ciertos paradores de esa zona, el paisaje es el de más de cien embarcaciones (desde lanchas sin camarote hasta llamativos yates), con música a altos volúmenes. La playa deja de ser un espacio para bañistas y se reduce a un mero embarcadero.
"Tenemos que ser conscientes de qué buscamos cuando vamos a la isla. Porque no es Ibiza. En lo que hacemos hincapié es en no trasladar nuestras costumbres urbanas a un territorio que no tiene nada que ver con una ciudad como Rosario. Es un área natural que debe ser conservada y protegida", sostuvo Jorge Bártoli, integrante de El Paraná No se Toca.
En 2003, Victoria sancionó la ordenanza 2.185, que declaró Area Natural Protegida a las 376.000 hectáreas de islas que pertenecen a esa ciudad, asignándole la categoría de reserva de usos múltiples. La ley define estos lugares como "áreas con cierto grado de transformación en su condición natural, en las que se privilegia la convivencia armónica entre las actividades del hombre y el mantenimiento de ambientes naturales con sus recursos silvestres".
"De todo el territorio de islas, el Paraná Viejo es la zona que más se ha intervenido", explicó Bártoli. El desmonte, la introducción de flora que no es autóctona, construcción de viviendas que contradicen a las normas, son algunos de sus problemas
"La contaminación sonora altera todo el ciclo vital de la fauna del entorno. Es una alteración natural de la vida silvestre", consideró el ecologista en referencia al volumen de la música tanto de los paradores como de las embarcaciones.
Los controles de este tipo de actividades dependen del municipio de Victoria, pero la distancia hace que las inspecciones sean esporádicas. Además, suelen enfocarse a las habilitaciones de los paradores y en controles bromatológicos, que corresponden, pero suelen excluir los relacionados con el medioambiente. Esto, sumado a que en Argentina aún no existe ley de protección a los humedales, hace que estos problemas no tengan la atención que merecen por parte del Estado.
Otro problema significativo es el de la basura que queda en las islas y en el agua tras esos encuentros. De hecho, los paradores piden a quienes los visitan que devuelvan sus deshechos a la ciudad. No todos cumplen. En estos casos las responsabilidades se diluyen y los ecologistas coinciden: la educación respecto a los usos de la isla es una materia pendiente.
El municipio presenta una app para navegantes
El Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) y la Empresa Municipal Costanera Rosario lanzarán hoy Río Seguro, una aplicación para celulares que brindará herramientas para navegantes. Podrá descargarse a partir de mañana.
Los usuarios contarán con el servicio de Traffic Marine, que indica el tránsito de barcos y buques en el canal de navegación, lo que permite a las embarcaciones de menor porte planificar cruces en forma segura. También brindará información del clima, la altura del río y recomendaciones generales. La app incluirá un botón para comunicarse con Prefectura y enviará por GPS un alerta al resto de los usuarios para que, en caso de encontrarse en la zona, puedan asistir a la persona en problemas. A su vez, contiene una carta náutica básica para la navegación en la zona con referencias útiles. A fin de mes se sumará una imagen streaming 24 horas con las condiciones del río desde la costa rosarina y un mapa con referencias. A mediados de febrero se incorporarán alertas por rayos e información sobre condiciones adversas para la navegación.