Luego de las dos jornadas de paro de empleados municipales, los agentes de control de las distintas reparticiones salieron a recorrer las calles rosarinas y se notó una mayor presencia del personal del área. Hubo un intento de saturación que se pudo comprobar, sobre todo en las principales arterias céntricas. Esa mayor cantidad de trabajadores de la Guardia Urbana Municipal, de inspectores de Tránsito, acompañados de grupos de policías, se tradujo en perceptibles operativos que desembocaron en remisiones al corralón y en un procedimiento en el que decomisaron los equipos de un after que tenía numerosas clausuras previas.
Estas acciones se contrapusieron con las postales que ofreció la ciudad durante el martes y miércoles, cuando los vendedores ambulantes abarrotaron la peatonal, aprovechando la ausencia de inspectores por los paros municipales.
Tras el paro, la Secretaría de Control y Convivencia desarrolló intervenciones para el ordenamiento vehicular. El foco de fiscalización se ubicó en las ciclovías, los carriles exclusivos, y también el cantero central de bulevar Oroño.
Los agentes hicieron especial hincapié ayer sobre las ciclovías de avenida Pellegrini, labrando actas de infracción a vehículos (principalmente motos) que invadían el carril dispuesto para el uso de bicicletas. De esa manera, se remitieron dos motos que además de infringir la norma en tal sentido, carecían de documentación y las medidas de seguridad correspondiente.
Vale destacar que en los días anteriores se realizaron otras intervenciones sobre ciclovías, donde fueron remitidas 4 motos y labradas 23 infracciones, todas vinculadas a la invasión del carril.
En tanto, sobre el cantero central de Oroño se realizaron tareas de disuasión con aquellos que circulaban en sus bicicletas, concientizando y recordando la prohibición de circular con cualquier tipo de vehículo por el cantero, ya que es exclusivo para peatones.
En otros operativos se secuestraron 5 motos en Oroño y Lamadrid. Sumando en lo que va de 2017 más de 2.500 motos en el corralón.
Desalojo en un after
Por la tarde, en una tarea conjunta entre la secretaría y la Policía de Santa Fe, se desarrolló un procedimiento de desalojo en el after Loop, situado en Entre Ríos casi Santa Fe. Según las autoridades, ese reducto tenía cinco clausuras previas, en menos de un año y medio, y volvió a abrir el fin de semana pasado, sin tener en cuenta las sanciones recibidas.
Los vecinos alertaron a los responsables de las acciones de control municipal.
Con la trágica balacera de la semana pasada en el boliche de Maipú y San Juan, que tampoco estaba habilitado, en la memoria inmediata, los agentes ingresaron al local con una orden de registro emitida por la Justicia de Faltas.
Se secuestraron de manera preventiva todos los elementos vinculados a la actividad clandestina del comercio, tales como sillas, mesas, equipos de luces y audio, heladeras, entre otros artefactos.