En un intento por frenar el paro nacional docente que promete golpear fuerte a la gestión macrista, tanto la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal como el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires volvieron a convocar para hoy a los maestros. Ni lenta ni perezosa, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) adelantó que reclamará al gobierno porteño que pida a la Nación llamar a la paritaria federal, cuya ausencia es la clave del conflicto.
Los rumores son que la nueva propuesta de Vidal buscará mejorar el 18 por ciento en cuatro cuotas ofrecido anteriormente con una cláusula gatillo que se dispare en caso de que la inflación supere a ese indicador. De todos modos, aún muy lejos del aumento por encima del
30 por ciento pedido por los docentes para recomponer los salarios este año y recuperar los puntos perdidos en 2016.
Siempre según versiones, esta vez la oferta (que se concretará en la sede del Ministerio de Economía, en La Plata) sumaría algunos retoques en aras de mejorar el sueldo neto. Si los gremios no aceptaran la propuesta, Vidal podría resolver cerrar la discusión por decreto y otorgar la suba.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que también ofreció un incremento del 18 por ciento ("techo" que busca imponer el gobierno a las negociaciones) fue otro que invitó a los gremios a volver a sentarse hoy a la mesa salarial en la sede del Ministerio de Educación.
"Lo primero que les pediremos a las autoridades porteñas, tanto a (el jefe de Gobierno) Horacio Rodríguez Larreta como a la ministra (de Educación) Soledad Acuña, será que intercedan ante el gobierno nacional para que se convoque de una vez a la paritaria nacional docente", advirtió el secretario general de la UTE, Eduardo López.
En ese sentido, dijo que se trata del "único ámbito que podría destrabar el conflicto nacional y encaminar las discusiones provinciales".
"Si de verdad el gobierno tuviera vocación por el diálogo, ya habría convocado a la paritaria nacional, tal como establece la ley para debatir no sólo el piso salarial de los docentes, sino aspectos pedagógicos y de infraestructura escolar que garanticen una educación de calidad", afirmó.
De lo contrario, disparó López, "la invocación al diálogo es sólo marketing".